El presidente Luis Guillermo Solís y su gobierno de momento no prevén promover que la Organización de los Estados Americanos (OEA) active la Carta Democrática Interamericana como medida para resolver la crisis política y humanitaria en Venezuela.
A pesar de que el pasado martes seis expresidentes de la República enviaron al mandatario una carta en la que le solicitan que actúe de manera firme respecto a la crisis en esa nación suramericana, mediante este instrumento diplomático, Solís se mostró reacio a hacerlo.
Solís dijo que usar la Carta Democrática Interamericana de manera atropellada no es conveniente, sobre todo si no se tiene certeza de que va a contar con el apoyo de todos los gobiernos para ser implementada. “Podría ser riesgoso”, declaró.
Añadió que la ruta definida por su administración en este caso es impulsar una valoración sobre la situación que se presenta, así como realizar consultas con gobiernos de América Latina.
¿QUÉ ES LA CARTA DEMOCRÁTICA INTERAMERICANA?
Es un instrumento jurídico creado en septiembre de 2001 para preservar la institucionalidad democrática en la región.
Mediante ella los gobiernos buscarán normalizar la situación política de Venezuela por medio de una serie de recomendaciones. De llegar a fracasar este primer intento, el Consejo de la OEA puede convocar a una asamblea general extraordinaria para insistir en las gestiones diplomáticas que permitan resolver el conflicto, pero también puede someter a votación la suspensión de Venezuela del foro.
En caso que la decisión de la OEA sea la suspensión, la situación pondría a ese país en una condición de aislamiento de la región, lo cual podría reflejarse en problemas para ser foco de inversiones extranjeras, en la caída de la actividad comercial y la participación de programas de cooperación.
PERIODISTA: Carlos Mora
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Jueves 27 Octubre, 2016
HORA: 12:00 AM
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