El recorte de ¢3.923 millones que plantean los diputados para el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) pondría esta institución en serios problemas ya que aseguran que afectaría muchas de las funciones que deben cumplir.
Dentro de estas sería la paralización de la producción de asfalto para el mantenimiento de carreteras o la construcción de nuevas, dado la baja de recursos para la compra de combustibles y lubricantes, esto en las cinco plantas que el MOPT tiene en el país.
Incluso las propias plantas tampoco podrían operar si se concreta el recorte en la compra de productos básicos para su funcionamiento como son la piedra y la emulsión.
Pero además de la falta de asfalto se unen un recorte a la subpartida de vías de comunicación, lo que según el ministerio significa no poder contratar la pintura de vigas para puentes, así como el mantenimiento correctivo en las terminales de transbordadores del Golfo de Nicoya (Barrio El Carmen, Paquera y Playa Naranjo).
A esto se suma que no se podría realizar la señalización de vías con captaluces, conocidos como ojos de gato, dispositivos necesarios para garantizar seguridad en las vías, tampoco se podrían adquirir repuestos para la reparación de semáforos.
Otra de las preocupaciones que expresaron es que la Policía de Tránsito no podría realizar operativos de regulación y control que le exige la Ley 9.078 y no podría asumir la compra de uniformes ni otros equipos básicos que requieren para ejecutar su labor diaria.
Pero además al intentar bajar los viáticos se limitaría la cobertura del cuerpo policial en operativos de control y regulación vial, también se impactarían las tareas de limpieza de derrumbe. Además de la inspección de los proyectos tanto viales como portuarios, ello en razón de la necesidad de reconocer jornadas extraordinarias para atender estas tareas.
Con este panorama el MOPT hace un llamado para que los diputados reconsideren su intención de recortar el presupuesto de esta manera y no pongan en riesgo la seguridad en carreteras.
