Popurrí político
Guillermo E. Zúñiga Chaves
La almohada habló. Y el expresidente Arias resolvió su enigma o su dilema, como se le quiera ver. Discurso por televisión muy lindo. Desde Nicaragua se filtraron algunos contenidos con debida anticipación. Su retiro de la contienda afloja la pugna con el figuerismo. ¿La afloja? Y el llamado a que las nuevas generaciones tomen las riendas de la Política es también muy lindo y además correcto. Lo que me quedé pensando es sobre ¿cómo va a hacer “ese joven” para armar su plataforma política y electoral en tan poco tiempo, mientras D. Óscar tardó casi un año para tomar la decisión?
¿Compadre hablado? Como Managua filtró temprano, ya para la tarde, antes de darse el discurso, había aparecido un posible precandidato que “llenaría el vacío de liderazgo que dejaba D. Oscar”. Y no fue cuento; no habían pasado ni quince minutos después del discurso, cuando Canal 7, de manera oficiosa, le preguntaba si de verdad se iría a tirar. Álvarez avisó que ahora esto sí puede ir en serio, con la salvedad debida por las razones familiares explicadas, y nos contó a los televidentes que era un tema que ya había conversado con D. Rodrigo Arias, por lo menos en dos ocasiones. Esto provocó que uno de los comentaristas, D. Claudio Alpízar, nos aclarara de seguido que a veces los hermanos no coinciden en sus apreciaciones. ¿Será que D. Rodrigo sí ve bien a Toño? En todo caso, en Liberación no terminan de acomodarse las cosas.
La deuda política. Es conveniente que el Estado aporte fondos para que los partidos puedan hacer sus campañas. Para los que creemos que la Política es una actividad noble, sobre todo por su naturaleza educativa y sus impactos sociales pensamos que la mayor parte del esfuerzo económico debe utilizarse, precisamente, en explicar al electorado las propuestas, definir con claridad los compromisos, y principalmente, aclarar con el mayor detalle posible el cómo se llevarán a cabo las ofertas. Si este pequeño detalle del “cómo hacer las cosas” no se aclara, nos corremos el riesgo de no pasar de buenas intenciones, para decirlo en bonito.
Ahora bien, “la Verónica no está para tafetanes”. Por ello se debe apoyar una reducción del monto que el Estado aportará en esta ocasión. Ya la propuesta fue presentada en la Asamblea Legislativa, y se debe votar cuanto antes sin mayores dilaciones. Lo que se debe evitar es que se hagan otras modificaciones a este tema del aporte estatal, pues en este plenario legislativo hay muchos interesados en llegar a Zapote, como bien apuntó el editorial de DIARIO EXTRA el martes pasado.
La Constituyente. En medio de estos, pero sobretodo de otros movimientos, está el grupo ciudadano que impulsa la convocatoria a una Asamblea Constituyente. Esta es una iniciativa que merece el apoyo nacional. Muchas de las dificultades que tenemos hoy en el país pasan por la maraña jurídica que nos envuelve. La Carta Fundamental debe ser revisada y actualizada. A la actual Constitución le hemos ido haciendo pequeños o grandes parches, en un proceso que ha tomado muchos años. Distintas iniciativas, donde hoy recuerdo a “Los Notables”, han señalado cambios que pueden incorporarse. Un grupo liderado por D. Alex Solís, con el concurso de otros ciudadanos, ha aportado criterios y propuestas. Este esfuerzo no debe caer en el vacío, y ojalá logren enmendar pronto los señalamientos recibidos.
La confianza. El “cambio” apoyado por más de un millón de compatriotas en la segunda vuelta del 2014 no se ha visto con claridad. Me cuesta mucho aceptar como explicación válida que son malos comunicadores. “Por sus frutos los conoceréis”, es la máxima bíblica. Si no hay frutos concretos, no hay mucho qué comunicar. Pero esta circunstancia ha creado una desesperanza en la población que se traduce en enormes índices de desconfianza hacia la Política, pero más grave aún, hacia la institucionalidad. Ojalá que el Gobierno pueda enderezar las velas y compense en algo las expectativas de sus votantes. De otra forma, el daño que el primer gobierno del PAC le puede hacer a la vida en democracia es incalculable.
