Dos jóvenes pistoleros que ingresaron a la joyería El Flaco, en el centro de San José, duraron 40 segundos para embolsarse ¢8 millones en cadenas de oro de 10 quilates que estaban en bandejas dentro de una vitrina.
Los sospechosos fueron identificados por las autoridades como Gabriel Bonilla Briones y Luis Enrique Campos Sequeira, quienes llegaron en una motocicleta montañera que dejaron en contravía, ante la mirada de decenas de josefinos que caminaban por el punto donde se cruzan la avenida 6 y la calle 8.
Bonilla, quien era oriundo de Estelí en Nicaragua y en nuestro país fue jugador del equipo de fútbol de Sagrada Familia, donde usó la camiseta número 7 en tercera y segunda división, además era amante de las corridas de toros en Zapote donde estuvo de torero improvisado.
Ambos ingresaron al local con los cascos puestos y armados. Bonilla, de 27 años, se dirigió a la puerta metálica donde está la oficina y se encontraban el dueño y un amigo, quienes conversaban plácidamente cuando fueron sorprendidos.
El hombre pasó la mano por los barrotes y con un arma calibre 9 milímetros los encañonó y los amenazaba con matarlos si se movían, mientras su compinche intentaba abrir una de las vitrinas, por lo que su socio al percatarse que no podía le ordenó que la rompiera.
En ese momento saca un pequeño martillo de un bulto que portaba, quiebra el cristal y empieza a sacar las joyas. Una vez limpia la urna deciden escapar, aún con armas de fuego en mano.
De inmediato el propietario, Fernando Alvarado, y su amigo Rolando, quien llevaba una escopeta, los siguen y es cuando afuera del negocio se topan a dos oficiales de la Fuerza Pública que requisaban a un peatón.
Los uniformados se percatan, los encañonan y les piden que se detengan, que suelten sus armas, pero hacen caso omiso y más bien uno los apunta, por lo que los policías valientemente accionan sus pistolas y los impactan.
Bonilla recibe un balazo en el pecho, logra correr 15 metros y cae mortalmente herido, mientras que su socio Campos es alcanzado en el brazo izquierda y la espalda, lo que provoca que se desvanezca, sin embargo, no suelta el arma.
Uno de los oficiales le prensa la mano a Campos y le pide que la suelte, por lo que accede ante la mirada atónita de los transeúntes, que le gritaban de todo y aplaudían la acción policial. Poco después llegaron más agentes.
Una vez controlada la escena ingresaron los cruzrojistas, quienes estabilizaron al herido y lo trasladaron al Hospital San Juan de Dios, donde permanece custodiado en la cama 508 de Neurocirugía.
CHUSMA CON CARRERA
Rolando, amigo del dueño de la joyería, manifestó a DIARIO EXTRA que uno de los sujetos lo apuntaba con el arma mientras el otro saqueaba las urnas.
“Pasé a saludar a mi amigo y me quedé hablando, le estaba dando la espalda a la puerta cuando llegaron. Pensamos que nos estaban vacilando, son personas chusma con carrera, pero son ladrones tontos. Estaban muy tranquilos, nunca dejó de apuntarme, tenía para matarme, mientras el otro se embolsaba las joyas. Duraron 40 segundos, todo fue muy rápido”, recordó.
Este hombre resalta el accionar de la policía y asegura que nunca había visto una reacción tan efectiva.
“Fue un operativo rápido y exitoso, nunca antes visto en mis 55 años de vida. La decisión fue en fracción de segundos, eran ellos o los asaltantes. Felicito a los policías que actuaron valientemente”, enfatizó.
Juan José Andrade, director de la Fuerza Pública, alabó el accionar de sus subordinados después de enfrentar a dos asaltantes armados.
“Estamos recolectando videos y vemos la actuación donde se evidencia que aplicaron todos los protocolos. Hay respeto en el marco jurídico, todo estuvo apegada a derecho.
Son oficiales jóvenes de la última generación que actuaron con valentía, por lo que es de resaltar, sin embargo lamentamos la muerte de cualquier ser humano, pero estaban poniendo en peligro la vida de otras personas al cometer un ilícito”, recalcó.
CURIOSOS JALAN JOYAS
Fernando Alvarado, dueño de la joyería, aseguró que a pesar de que se frustró el asalto siempre perdió ¢1 millón en cadenas y anillos, así como la reparación de la urna que rompieron.
No descarta que algunas joyas fueran sustraídas por algunos curiosos que estaban cuando se cometía el atraco, ya que el bolso que llevaba uno de los delincuentes quedó en la acera y ante tanta gente todo fue un caos.
Maicol Soto, jefe de la Oficina de Planes y Operaciones del OIJ, manifestó que los sujetos llegan contra vía.
“Cometer un asalto donde se mueve mucha gente genera muchos testigos. Me parece que la decisión fue mala, la experiencia es nula, inclusive tenían el número de serie de las armas limado.
Campos, de 25 años, cuenta con antecedentes por portación de arma de fuego y Bonilla no contaba con expediente policial. Ambos son vecinos de Hatillo”, explicó.
Al momento del atraco estaban cinco personas dentro del local, tres de ellas clientes, quienes resultaron ilesas.
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CRÉDITOS: Fotos: Isaac Villalta
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Jueves 29 Septiembre, 2016
HORA: 12:00 AM
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