La seguridad ciudadana, un problema de todos
Gregorio José Briglia Peralta*
Cuando se utiliza el término seguridad ciudadana la mayoría de los costarricenses pensamos en la responsabilidad que tiene el Estado mediante las instituciones de gobierno para proteger a todos los miembros de la colectividad.
Hoy en día es importante realizar un llamado y hacer conciencia social. La seguridad ciudadana la podemos definir como un problema país, y cuando digo país implica que todos los costarricenses tenemos un papel protagónico para su desarrollo efectivo.
Es muy lamentable escuchar el sentir del pueblo a través de los medios de comunicación, en donde expresa su disconformidad con el tratamiento que da el Estado para lograr brindarnos esa tranquilidad de convivir en paz social.
Hoy hago un llamado vehemente a cada uno de ustedes como miembros de una nación que necesita de nuestro actuar responsable y un compromiso serio.
Independientemente de quiénes somos o qué hacemos, hay que dejar claro algo, todos somos costarricenses y desde luego que cada uno de nosotros debe ir en busca de una mejor calidad de vida. La seguridad ciudadana contribuye indiscutiblemente a un mejor desarrollo humano.
Un país que desde 1 de diciembre de 1948, en un acto muy representativo del expresidente José María Figueres Ferrer, al golpear con un mazo en uno de los muros del Cuartel Bellavista, decidió cambiar sus armas por cuadernos, por más centros médicos, por promover una policía democrática. Evidenciando así un desarrollo humano orientado a invertir recursos para que cada uno de nosotros tuviera una mejor calidad de vida.
Hoy nos toca a nosotros emular todas esas cosas buenas, convertirnos en verdaderos agentes de cambio. Es hora de despertar, de ponernos la camiseta. No puede ser posible que los juicios que hoy en día se realizan en nuestro país no pueden llevarse a cabo porque la víctima perdió interés o porque ya se compró otro celular.
No puedo comprender cómo cuando se ejecuta un asalto a una persona a vista y paciencia de todo el mundo nunca nadie vio nada. Si mantenemos la expectativa de crecer como país, si queremos contribuir de alguna forma al desarrollo humano de esta nación, debemos entender de una vez por todas que todos tenemos un compromiso serio con la seguridad ciudadana y que no es un problema exclusivo de los cuerpos policiales, ni del fiscal, ni del juez.
Depende de cada uno nosotros como ciudadanos contribuyendo con la policía, dando información de calidad, cooperando con la administración de justicia presentándose responsablemente cuando se les llama a declarar.
Por todo esto, Costa Rica, llegó la hora de romper paradigmas, la seguridad ciudadana es un problema de todos, hagamos conciencia social, eso también es democracia.
*Juez de juicio