El menor de 10 años identificado como Jordie Martínez Parra, que sufrió quemaduras en el 58% de su cuerpo, falleció producto de un fallo multiorgánico en los riñones, hígado, cerebro y corazón, luego de que su dormitorio alzara en llamas.
La emergencia también se cobró la vida de su abuelita, Hortensia Chávez, quien también sufrió quemaduras en el 60% de la superficie corporal, luego que sufriera un desmayo y su nieto la abrazara en suelo lo que provocó que el fuego los alcanzara.
Los médicos del Hospital Nacional de Niños consideraron las lesiones del menor como una gran quemadura que le afectó las vías respiratorias. Olga Arguedas, directora de ese centro médico lamentó lo sucedido con el paciente.
“La piel perdió sus defensas, el compromiso multiorgánico donde se perdieron líquidos como sodio y potasio provocó el lamentable deceso de un niño con autismo. Fueron grandes quemaduras con extensiones y profundidades que se convertía en un desafío hasta en las mejores Unidades de Quemados del Mundo”, explicó.
Arguedas agregó que el pequeño paciente falleció a las 10:15 a.m. del jueves, luego de que a las 7 a.m. lo habían curado donde se aplicaron analgésicos y sedantes para el dolor. El niño estaba con la madre.
Según los mismos allegados a las víctimas, la tragedia se dio este lunes luego de que un ventilador se sobrecalentara y las chispas cayeran sobre un colchón que alzó fuego y atrapó a ambos, mientras el menor la abrazaba.
El menor fue entregado a sus familiares quienes lo trasladaron hasta su pueblo natal de Daytonia de Sixaola, donde los amigos y vecinos esperan darle el último adiós hoy viernes junto a su abuelita, en el cementerio local.
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CRÉDITOS: Fotos: Francisco Herrera
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Viernes 26 Agosto, 2016
HORA: 12:00 AM