Un infarto muchas veces es asociado con personas que superan los 50 años, no obstante esta tendencia es cambiante y los adultos jóvenes también están en riesgo a la hora de sufrir este tipo de problemas, mismo que sigue siendo la causa número 1 de muertes en Costa Rica.
La incidencia de este tipo de casos es de 9 por cada 10 mil habitantes, mientras las muertes son 3 de cada 10 mil personas en el país., siendo los hombres quienes más sufren de este tipo de eventos, que en muchos casos podrían ser prevenidos con un chequeo médico oportuno y completo.
“El infarto es la muerte de una parte del tejido cardiaco, es producido principalmente por una oclusión al flujo sanguíneo que irriga el corazón y va de la mano con múltiples factores de riesgo. Aunque los varones son los más afectados, también las mujeres entrando en la menopausia tienen un riesgo similar”, comentó el doctor Juan Pablo Solís, cardiólogo y médico internista de la Unidad de Cardiología en Momentum Pinares.
Dentro de las poblaciones con más riesgo están los diabéticos, hipertensos, tabaquistas, personas con colesterol y triglicéridos altos, problemas que hace algunos años estaban asociados con grupos que superan los 40, 50 o 60 años, no obstante estos males también aquejan actualmente personas jóvenes.
¿CÓMO DETECTARLOS?
Dentro de los principales síntomas para detectar este tipo de problemas, están los desmayos repentinos, la fatiga, dolor torácico con esfuerzos irradiado a cuello o brazo izquierdo, falta de aire, palpitaciones fuertes y retención de líquidos en las piernas, todos a tomar en cuenta para estar prevenidos.
“Es importante saber si existe la presencia de muertes prematuras en familiares de primer grado o cardiopatías en hermanos o padres. Cuando se hace la revisión, toma mucha importancia la presencia de soplos cardiacos, arritmias o tener un electrocardiograma alterado”, finalizó el especialista.
Dentro de las recomendaciones más importantes está una alimentación balanceada que sea baja en sal y grasa, además ejercicio físico de moderada intensidad por 2 o 3 horas semanales, no fumar o tener vicios y mantener un peso ideal y finalmente realizarse periódicamente exámenes de laboratorio y un electrocardiograma.
