Hay personas a las que no les gusta besar, mientras para otras es su práctica favorita y es que podría decirse que un beso es un intercambio de saliva con alguien, a veces por un tiempo prolongado, durante el cual, además, se pueden traspasar hasta 800 millones de bacterias y no todas buenas para la salud.
Pero de todas formas la mayoría recuerda su primer beso con todo lujo de detalles, ya sean vergonzosos o placenteros y la práctica sigue jugando un papel importante en todo nuevo romance.
Al menos es así en la mayoría de las sociedades.
Quizá en Occidente se pueda considerar que besarse de forma romántica es un comportamiento universal, pero un estudio publicado recientemente sugiere que menos de la mitad de las culturas del mundo lo practica, mientras en el reino animal es algo extremadamente raro.
De acuerdo con recientes investigaciones centradas solamente en el beso romántico, el que las parejas se dan en los labios, en 168 culturas, sólo el 46% de las sociedades lo practica como gesto pasional.
Tras analizar las sociedades cazadoras-recolectoras, los investigadores no hallaron evidencias de que sus miembros se besen, ni que tengan deseos de hacerlo. Algunos incluso lo consideran repugnante.
Por ello, el estudio descarta la creencia de que besarse de forma romántica sea un comportamiento universal, más bien parece un producto de las sociedades occidentales, una costumbre que pasó de generación en generación. Teoría de la que dicen existe evidencia histórica.
INVENCIÓN BASTANTE NUEVA
Investigadores han pasado años buscando evidencias de cómo ha cambiado esa práctica. La prueba más antigua la encontró en unos textos de más de 3.500 años, en los cuales se describía el beso como la acción de inhalar el alma del otro.
Asimismo, se descubrió que los jeroglíficos egipcios representan figuras humanas unas cerca de otras, pero no con los labios pegados y los animales no necesitan acercarse a una potencial pareja para saber si les conviene o no, pero los humanos tienen un sentido del olfato terrible, este mejora al acercarse y aunque parezca que el olfato no es el principal recurso que utilizamos para evaluar las aptitudes de otros, los estudios han demostrado que juega un papel importante a la hora de elegir pareja.
Entonces, parece que besarse es una manera de acercarse lo suficiente, culturalmente aceptable para acercarse a otra persona con el fin de detectar sus feromonas.
En algunas culturas el acercamiento para olfatear desembocó en el contacto físico de los labios, pero es difícil detectar cuándo ocurrió, reconoce.
Según este punto de vista, si quieres encontrar la pareja perfecta podrías renunciar a los besos y empezar a olfatear gente. Evitarías gérmenes ajenos, aunque tendrás que prepararte para las miradas curiosas.
OJOS CERRADOS
Casi sin darnos cuenta: a medida que nuestros labios se aproximan cuando vamos a dar un beso en la boca, nuestros ojos se cierran, prácticamente, de forma instantánea.
De acuerdo con los investigadores, que analizaron diversas experiencias sensoriales visuales y táctiles, cerrar los ojos le permite a nuestro cerebro centrarse en la tarea en cuestión.
A nuestra mente le resulta difícil procesar un sentido si está recibiendo un estímulo visual al mismo tiempo. Somos menos sensibles al tacto cuando nuestros ojos trabajan más.
Cuando besamos y ejecutamos al mismo tiempo otras actividades placenteras, como bailar o practicar sexo, queremos enfocarnos en el sentido del tacto más que en ningún otro, por eso tiene sentido que nuestros párpados se cierren y nos dejen disponibles más recursos mentales para centrarnos en otros aspectos de nuestra experiencia; ya que cuando distraemos al cerebro con imágenes, el tacto no funciona igual de bien; a más estímulo visual, menos sensibilidad. Entonces si decides besar, es mejor con los ojos cerrados.
PERIODISTA: Redacción Diario Extra
EMAIL: [email protected]
Viernes 22 Julio, 2016
HORA: 12:00 AM
SIGUIENTE NOTICIA