Derecho a la información no debe mancillarse

Editorial

Estar informado es un derecho fundamental de todo ser humano, hacer uso de los medios de información es parte de esas potestades que confiere la ley en este país.

Vender periódicos, producir noticiarios y hacer uso de las redes sociales e Internet para estar oportuna y verazmente informado del acontecer nacional e internacional es un derecho absoluto en Costa Rica, nada ni nadie puede limitarlo, excepto si atenta contra la salud pública (tratándose de un delito), la integridad de las personas o afecta a menores de edad, pero en estos casos solamente se hacen advertencias.

Pero no puede ninguna municipalidad o autoridad del Estado limitar la libertad de expresión, prensa y menos el derecho a estar debidamente informado, impidiendo la venta de un diario de circulación nacional como es DIARIO EXTRA.

La conducta inapropiada, y más que eso amedrentadora, la tomó la señora administradora del Mercado Municipal de Acosta, que según parece impide a los pregoneros de El Periódico de más Venta en Costa Rica distribuir los ejemplares a los vecinos de esa comunidad.

Seguro la funcionaria no conoce bien el marco jurídico nacional que respalda a los pregoneros y con ello a los lectores de diarios, pues más que quitarse de encima ese tipo de venta lo que promueve es la censura y violación a los derechos de los costarricenses.

Intentar correr de sus puestos a los vendedores de periódicos no es un acto nuevo, hay ayuntamientos que los consideran vendedores ambulantes, sin embargo eso ocurre por desconocimiento legal.

La Municipalidad de San José hizo amagos de limitar la venta y cobrar hasta una patente, pero el proyecto quedó sin efecto, pues efectivamente se está limitando a los lectores su derecho a comprar los diarios en sitios públicos.

Es un atropello que un gobierno local le impida a un pregonero salir a vender y a un lector comprar el medio de su preferencia solo por el criterio de un funcionario que, sin mediar documento en mano o fundamento alguno, apenas unas palabras, haya impedido una actividad que en Costa Rica es muestra de democracia y libertad de expresión.

¿Será acaso que en dicho ayuntamiento existe un interés por darle un golpe a la libertad de prensa? De muy mal gusto son estas acciones, por las cuales nadie da la cara, ni el alcalde, ni los demás trabajadores públicos, hoy el gobierno de esa comunidad.

Pero no solo eso, el gobierno local deja en estado de vulnerabilidad a los vendedores de la zona, pues llevan años en dicha actividad y jamás se les ha limitado. Sería como cobrarles a los vendedores de lotería.

No quisiéramos pensar que la Municipalidad de Acosta busca cobrarles a los pregoneros, personas humildes, trabajadoras y que llevan información a lo largo y ancho del país.

Estos señores que ofrecen a los ciudadanos información fresca y de primera mano están desarrollándose legalmente y llevan a sus casas el sustento diario, con eso pagan casa, compran comida y hacen frente a las demás responsabilidades, correrlos de sus puestos es fomentar el desempleo y por ende la crisis económica.

Instamos a la Municipalidad de Acosta y demás ayuntamientos a respetar el derecho a la información, la libertad de expresión y prensa, y a permitir el trabajo digno y honesto que realizan los vendedores de diarios.

Si los gobiernos locales están buscando la forma de sacar plata para sus proyectos por medio de la censura a los pregoneros lamentamos decirles que esa no es la vía.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

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Martes 19 Julio, 2016

HORA: 12:00 AM