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Opinión

Los marcan como si de animales se tratara

Editorial

Qué duro es leer y ver en los diferentes medios de comunicación todo lo relacionado con las bandas de coyotes que se encargan de trasladar gente de frontera a frontera, pues se aprovechan de las necesidades de estas personas y de sus sueños de una vida mejor que los motiva a salir de su país.

Estos son grupos que se han conformado para lucrar con las necesidades de miles de personas, sin embargo este no es un problema solo de Costa Rica y las demás naciones centroamericanas, en muchas partes del mundo les sacan todos sus ahorros con tal de pasarlas de un país a otro, sin embargo ninguno de ellos les garantiza que van a llegar bien a su destino, de hecho miles han muerto en el intento y de eso dan fe los noticieros y periódicos.

Claramente no es que cobran diez mil ni quince mil colones por pasarlas, son cientos cientos de miles para ayudarles a cruzar ilegalmente. Mucho de esta plata es parte de los ahorros de toda su vida en el mejor de los casos, en los más extremos son dineros de la venta de sus casas o carros, como sucedió con los cubanos que estuvieron varios meses aquí durante las fiestas decembrinas.

Independientemente de su nacionalidad, nadie debería emprender la travesía y enfrentar el suplicio que han sufrido muchos de los migrantes que han pasado por nuestro territorio porque no es bonito ser robados, abusados, ultrajados y además tratados como animales, a los cuales no se les tiene ninguna consideración.

Al parecer a estos inescrupulosos no les importa que muchos de los seres humanos que pagan por querer una vida mejor son niños y mujeres, en algunos casos embarazadas, los cuales tienen poca reacción por su condición y su tamaño. 

Resulta muy doloroso porque son casi siempre los más perjudicados. En este tema nos viene a la memoria el cadáver de aquel niño que apareció en una playa, lo cual motivó que a más de uno el corazón se nos hiciera un nudo.

De las cosas más preocupantes que han hallado las autoridades están cómo son marcados en los pies y las uñas, hasta les ponen collares y cordones para identificarlos, no es para tenerlos resguardados sino para que no se les esfume el dinero si se pierden o los atrapan las autoridades.

Cuando usan métodos un poco más rudimentarios les ponen alambre de púas para limitarlos en su accionar, esto nos recuerda cuando con un hierro candente marcan algunos animales para que no se pierdan o se los roben.

Qué duro es saber que los tratan como animales, pues también los echan como ganado en camiones llenos de heno y chunches para no ser detectados, sin importarles la condición en que viajan. Nadie se ha puesto a pensar que son seres humanos que merecen respeto.

Al parecer muchas personas que hablan sin saber creen que estos migrantes pasan todas estas necesidades solo por irse de paseo, sin saber que lo hacen por todas las situaciones que enfrentan en sus países, donde la vida vale poco más que nada.

A esto hay que sumar que en muchos de estos pueblos pasan hambre, miseria y son explotados por sus gobiernos y en el peor de los casos por los ejércitos.

Creemos que ya es hora de dejar de hacernos los desentendidos, pues si nos damos cuenta de la existencia de estas redes tenemos el deber de denunciarlas porque de lo contrario seríamos cómplices silenciosos de todas las penurias que sufren estas personas.

Esperamos que las autoridades sean ágiles al desarticular estas bandas para no permitir que familias enteras peligren en su paso hacia una vida mejor, pues entre más duren, más peripecias deben enfrentar.

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Martes 05 Julio, 2016

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