La Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) podría perder la concesión en el 2018, dejando en incertidumbre el suministro de electricidad a unos 525 mil abonados de 21 cantones.
Al menos esa es la duda que se planteó ayer como parte del VII Congreso Nacional de Energía organizado por la Cámara de Industrias de Costa Rica.
Allan Benavides, presidente de la Cámara de Empresas de Distribución de Energía y Telecomunicaciones (Cedet), y gerente de la Empresa de Servicios Públicos de Heredia, dijo que es claro que el plazo se está por vencer.
El dictamen del abogado de Estado dice que el contrato eléctrico y las concesiones contempladas en la Ley tenían inicialmente un plazo de vigencia de 25 años, los cuales se cumplieron primeramente en 1993, y debido a la prórroga automática por 25 años más, este período se encuentra próximo a vencer en el año 2018.
Entretanto, Erick Picado, en representación del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), confirmó la existencia de un proyecto de Ley donde se propone una prórroga a la concesión, aunque dio a entender, que es solo para curarse en salud.
Para Picado la Ley de Modernización de las Entidades del Sector de Telecomunicaciones ya deja implícito que sigue la relación con la compañía al ser una empresa del Grupo ICE. “El proyecto es solo para dar seguridad jurídica”, dijo.
Asimismo, agregó qué si un juez dijera que en efecto la concesión vence en el 2018, el ICE atendería las zonas de concesión de la CNFL.
No obstante, Picado explicó que el interés es mantener a la compañía y que no está en los planes del instituto, ni absorber activos, ni comprar acciones.
El abogado además aclaró que el I
CE puede comprar las acciones independientemente de que el contrato venza.
ES ALGO DE ESTRUCTURA
Por su parte, Irene Cañas, viceministra de Ambiente, dijo que no iba a entrar en temas legales, pero que comparte la visión de que el país se aletargó en el sector eléctrico a diferencia de lo que ocurrió con las telecomunicaciones.
“Hay indicadores de gestión y eficiencia que vamos a exigir a todas las empresas. La CNFL debe ser de distribución y no de generación. Hay algo claro y es que el modelo del negocio no puede ser el mismo”, agregó.
Cañas no lo descartó, pero considera que dar un trato preferencial a los industriales es difícil cuando hay otros sectores, como el hotelero que está pidiendo lo mismo.
“Si le cobro menos al industrial tengo que subir a servicios y a los hoteleros no les va a gustar eso”, comentó.
Para la viceministra, la CNFL debe persistir porque permite hacer un cobro más sencillo y en tractos, como es el caso de los calentadores solares, y también tiene una estructura más flexible a diferencia del ICE.
Una de las aspiraciones para bajar los recibos es cobrar como hacen en California, donde hay una separación por el tipo de energía que se consume, por ejemplo eólica, hidroeléctrica, u otra.
A criterio de Sergio Capón, vicepresidente de la Cámara de Industrias, si hay una renovación del contrato se deben establecer reglas claras.
“Hay un decrecimiento de clientes y un aumento en las tarifas del CNFL, sería un error pensar simplemente que el cliente va a seguir pagando porque hay otras alternativas con la llegada de la tecnología y de las energías limpias. Entre más clientes, más barato debería ser, pero en este caso es al revés”, señaló.
PERIODISTA: María Siu Lanzas
CRÉDITOS: Foto: David Barrantes
EMAIL: [email protected]
Viernes 01 Julio, 2016
HORA: 12:00 AM
SIGUIENTE NOTICIA