¡Grande Andrey Amador!
Editorial
En una sociedad en la que abundan las noticias negativas se vuelve casi obligatorio resaltar a las personas que llevan el Pabellón Nacional bien alto, como es el caso del deportista Andrey Amador.
El ciclista regresó al país el sábado luego de representar a Costa Rica con gran categoría en el Giro de Italia. Se ha vuelto recurrente que el atleta destaque en la ronda italiana, donde compite con los mejores ciclistas del orbe.
Amador encierra valores que hoy están en peligro de extinción. El primero de ellos es la humildad, requisito indispensable para triunfar en cualquier campo, llámese en el plano deportivo, profesional o en la vida diaria.
La humildad es uno de los estandartes para abrirse campo en una época la que cada vez más se hace difícil conseguir empleo, destacar o rodearse de gente honesta.
Amador además es ejemplo de perseverancia. Nunca se da por vencido, aunque el día amanezca oscuro él lo ve claro, si está lloviendo agarra su bicicleta para ir a entrenar sin poner excusas ni hacer caras. Cuando la fuerza se le agota sigue luchando por alcanzar la meta. Esa perseverancia escasea por estos días en los que las personas quieren todo fácil, sin esforzarse mucho.
La responsabilidad es otro de los valores que lo caracterizan; el ciclista cumple con un plan de trabajo que lo tiene codeándose con la élite de este deporte, con la crema y nata. Responsabilidad que se ha ido perdiendo en todas las esferas de la sociedad.
Otro de los valores que distingue a Amador es la lealtad, es fiel a su pensamiento y a las personas que lo rodean, por eso le va bien en un deporte muy competitivo, que se ejerce de forma individual, pero que se tiene que someter a una serie de reglas que le dicta el equipo. En carretera trabaja en solitario, se esfuerza en solitario, pero recibe órdenes de los entrenadores que tiene que acatar de forma inmediata.
Esas reglas son las que muy pocos quieren cumplir, por supuesto que es más bonito la libertad en todos los frentes que someterse a una serie de indicaciones para buscar ser mejor todos los días.
La tolerancia, la amistad, la dignidad, son valores que representa un Andrey Amador que desde niño soñaba con correr un Giro de Italia. Por aquellos años, algunos de sus compañeros se burlaban de él. Pocos lo imaginaban compitiendo por las principales vías de Italia, menos aún ganando una etapa y quedando en dos oportunidades en el top 10. Incluso en una ocasión completó el giro con el tobillo destrozado producto de una caída.
Pero él tenía visualizado sus objetivos y se ha esforzado por alcanzarlos uno a uno.
La forma acelerada en que avanza la sociedad actual se convierte en un obstáculo para que todos esos valores salgan a flote y solo nos dejen ver noticias de asesinatos, robos, violaciones, maltratos, entre otra serie de cosas que están a la orden del día.
Por ello hay que seguir el ejemplo de personas emprendedoras como Andrey Amador. DIARIO EXTRA felicita a un deportista que deja el nombre de Costa Rica muy en alto, aplaude su perseverancia y sus logros. ¡Grande Andrey Amador!
