Los constantes cambios en el volcán Rincón de la Vieja obligaron a los expertos a hacer más frecuente la vigilancia en el cráter activo, pues en las últimas semanas la actividad se incrementó, inclusive con reportes de vecinos de tres pueblos alertando de una pluma alta elevándose sobre el macizo.
Gino González, vulcanólogo del Centro de Investigaciones en Ciencias Geológicas (CICG), es uno de los expertos que llegaron hasta la cima del coloso guanacasteco para realizar una nueva inspección, de la cual salieron varios elementos a considerar.
El que más llamó la atención de los especialistas fue que la laguna disminuyó su profundidad 5 metros, dejando al descubierto varias terrazas de material volcánico, originado por viejas erupciones o deslizamientos en el cráter.
“Normalmente la temperatura del lago oscila entre los 28° y 30° C, sin embargo en este último trabajo de campo pudimos registrar temperaturas de hasta 40° C, lo que provoca que el lago se evapore y sea esa una de las causas de la profundidad actual”, explicó González.
Pero esa no es la única causa de la variación en la exuberante laguna turquesa, hay que sumarle que hace 22 días se registró una erupción freática que expulsó bastante material por una de las laderas, lo que fue visto por vecinos de la parte norte de Upala.
Entre otras cosas también se menciona la poca lluvia en la zona, aunado a la constante liberación de agua y gas y la filtración dentro del coloso.
ACUMULACIÓN Y CHORROS DE AZUFRE
La acumulación de azufre en varias paredes del cráter es visible y para los expertos eso es un mensaje claro del macizo de nuevas erupciones, incluso también fue vista en forma de chorros bastante líquidos, pues la temperatura los derrite.
“Los cúmulos de azufre están en la fumarola, esto se produce por la salida de dióxido de azufre y ácido sulfhídrico que interactúan. Cuando se hace líquido es por el calor en el lago, eso desciende al fondo de la laguna y se acumula a una temperatura mayor a los 120° C, por eso su estado tan líquido.
Posteriormente se hacen cúmulos en el fondo y eso es lo que provoca las explosiones desde el fondo. Esto nos indica que algo en el sistema está más caliente y se pueden producir más erupciones freáticas, cuando el azufre se caliente hasta 180° C se hace duro otra vez, se convierte en un tapón y luego lo expulsa a la superficie, que son esos chorros de azufre líquido”, explicó el vulcanólogo del CICG.
Este tipo de erupciones son similares a las freáticas que ocurren en los volcanes Turrialba y Poás, el cual registró una parecida el fin de semana que se elevó por lo menos 10 metros.
Desde octubre el Rincón de la Vieja se comporta muy similar con este tipo de explosiones pequeñas, pero a la fecha son notorios los cambios, además de muy significativos a nivel de estructura del lago.
EL MÁS ACTIVO HISTÓRICAMENTE
Este macizo, que se eleva en la Cordillera Volcánica de Guanacaste, históricamente es el más activo del país, pues sus periodos de calma son muy cortos, por no decir nulos, puesto que se mantiene activo aunque sea a un nivel pasivo, pero no cesa en desgasificación.
La última gran erupción registrada ocurrió en 1996, cuando mucho material descendió por la ladera que colinda con el río Pénjamo, el cual llevó todo hacia abajo, derribando un puente que está cerca de la comunidad del mismo nombre.
Antes de eso también hizo una erupción en 1991, al igual que la de 1996 fue magmática con descenso de lodo volcánico por el cauce.
El experto explicó que desde 1967 este coloso se mantiene con una actividad muy constante, pues en esa década también hizo varias explosiones con derrame de mucho material.
Históricamente tienen los primeros avistamientos de erupciones desde la costa guanacasteca por parte de embarcaciones que llegaban a esa zona desde 1747.
Las comunidades más cercanas están a 15 kilómetros del cráter, entre ellas Pénjamo, Buenos Aires y Dos Ríos de Upala.
PERIODISTA: Carlos Castro Gamboa
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Viernes 10 Junio, 2016
HORA: 12:00 AM
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