Los precios caros del arroz: Una promesa vacía
Michael Stiles*
La Corporación Nacional Arrocera (CONARROZ) es el representante del sector arrocero en el régimen regulado por el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC). Sin embargo, ninguno de los dos ha comparado la producción, industrialización y comercialización del arroz en Costa Rica con otros países para entender mejor las composiciones de los costos y precios.
Los costos de producción de arroz por hectárea de CONARROZ tiene un excedente de 69% en comparación con las categorías correspondientes de los costos del presupuesto anual de arroz de grano largo desarrollado por la Universidad de Arkansas, cuyos costos y rendimientos son consistentes con las otras universidades sureñas de los Estados Unidos y los productores de Uruguay.
Cinco de seis categorías de costos del CONARROZ tienen excedentes que van hasta siete veces más por administración. Los costos de semillas, fertilizantes y agroquímicos son casi idénticos, pero los agricultores de los EE.UU., por su cuenta, riegan y secan el arroz por un costo de ¢242.000 por hectárea, un costo significante que no tienen los productores costarricenses. Casi todas las granjas de EE.UU y Uruguay son gestiones familiares, lo que explica parte del excedente, mientras que el CONARROZ no proporciona los detalles y razonamientos de los costos.
El rendimiento presupuestado de la Universidad de Arkansas es de 9,1 toneladas por hectárea, pero el promedio por grano largo en todo de Arkansas es 8,5 toneladas en comparación con un promedio estimado de 4,3 toneladas por el CONARROZ. El conjunto de los costos y rendimientos promedio dan como resultado que los costos de producción por tonelada del CONARROZ son 2,7 veces el de Arkansas, o 2,25 veces respecto a un rendimiento de 5,2 toneladas en 2018.
La disminución de los precios internacionales y un supuesto aumento en el arroz de cascara importado han elevado los márgenes de los molineros. El MEIC supone que el costo de la molienda es del 20% del precio del arroz nacional con cascara, más un margen de7%, sin importar si el arroz es nacional o importado con los costos menores. Además, no hay las comparaciones de productividad; por ejemplo, el Falcón Mills de Luisiana, con 50 empleados, anualmente muele, empaca y distribuye cuatro tipos de arroz que significan más de 15% del volumen costarricense.
El precio de arroz para ser adquirido por los consumidores es fundamental, pero las comparaciones deben reconocer que el arroz quebrado en los EE.UU se desvía a otros usos y el porcentaje de granos enteros es 96% o aun más. Los precios de los supermercados de los EE.UU. dependen del tamaño del paquete, y son en el rango de ¢360--¢530 por un kilo; por ejemplo, nueve kilos de grano largo de 96% se puede comprar por el precio costarricense de cinco kilos de 80%.
La convergencia de los precios internacionales y nacionales del arroz es una promesa vacía sin un plan transparente de horizonte razonable para tener precios para los consumidores que sean fundamentados y equitativos.
*Empresario
