El presidente Luis Guillermo Solís desnuda la incapacidad del país para controlar los flujos de migrantes, y pide auxilio a América Latina, recalcando que el problema no es sólo de los costarricenses, por lo que no puede obviarse el drama humanitario.
El Gobierno expuso la problemática ante la Organización de Estados Americanos (OEA), y se prepara para presentarlo ante la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac)
“Esperamos que nos pongamos de acuerdo en América Latina, es que tampoco es un problema sólo de Costa Rica. Acaso es que llegan aquí por paracaídas. Entran por algún lado, por donde entran es por Brasil, por Guyana algunos han entrado por Colombia, pasan por esos países”, sostuvo.
El canciller, Manuel González, advirtió ante la OEA el posible ingreso de 9 mil africanos y asiáticos, pero Solís asegura que esa un cifra “emblemática”, y realmente podría tratarse hasta de 90 mil personas.
“Las migraciones no van a parar, especialmente porque vienen de continentes como el africano y asiático, donde las condiciones en la que vive la gente y los niveles de violencia son de tal magnitud que hay un flujo humano que ya tiene muchas décadas de estar realizándose y ahora se estimula además por redes criminales de trata y tráfico de personas. Ese tipo de migración que se parece más a la que está llegando de Siria a Europa” sostuvo Solís.
El Presidente reiteró que la limitación para controlar los pasos irregulares por la frontera se evidencia en el trasiego de droga y contrabando, pero la crisis fiscal del país ha impedido el aumento de policías.
“¿La alternativa es dejarlos aquí? Entonces qué ¿nos dejamos a 90 mil personas, qué pasen? No podemos poner un policía en cada metro de la frontera. Si alguien tiene una solución mejor que me la dé, nosotros controlamos donde podemos controlar.
No podemos poner a la Fuerza Pública a controlar cada centímetro de la linea fronteriza en detrimento de las necesidades del resto del país”, señaló el mandatario.
De momento, aseguró que están preparando a las organizaciones gubernamentales para que es puedan atender, fortaleciendo la Dirección General de Migración, “haciendo operaciones de la Fuerza Pública de forma tal que no haya incidentes, y que el flujo de migrantes no genere situaciones de violencia y supervisando con todo realismo la presencia de este grupo que fluye entrando y saliendo del país, usando vías que no podemos controlar todas ellas”.