La intranquilidad no se refleja en su rostro. Las pésimas calificaciones de su gestión señaladas por los ciudadanos y diversos sectores políticos y económicos no logran desencajar al presidente Luis Guillermo Solís.
En un evaluación de sus dos años de mandato, Solís se aferra a creer que avanza en el camino correcto, y considera que su principal error fue no dimensionar desde un inicio la importancia de la cartera de comunicación para evidenciar su trabajo.
El jerarca, asegura que el cambio que prometió se verá en cuatro años, pero aclara que las grandes obras que hoy le exigen los ciudadanos no fueron parte de sus promesas.
Desde su despacho, con un taza de café y a minutos de que se hiciera pública la pérdida de 300 empleos por el cierre de la planta Mondelēz Internacional, que funciona bajo la marca local Gallito, Solís atendió a un equipo de DIARIO EXTRA, para analizar los aciertos y desaciertos de su mandato.
-En la última encuesta de Borge & Asociados, la gente considera que su administración es la peor en comparación con otras. ¿Por qué cree que la gente lo califica tan mal?
-Creo que este gobierno ha tenido una dificultad de comunicar adecuadamente sus logros y eso tiene varias explicaciones: una que es muy evidente, y es que no estamos invirtiendo en publicidad, el gobierno central hace muy poca publicidad con respecto a lo que hacían otros gobiernos, no ha sido es un objetivo de la administración. Eso hay que cambiarlo, el huevo, como dice el argot popular, “hay que cacarearlo o no se mira, no se ve”.
Las deficiencias en comunicación de su Gobierno no es un señalamiento nuevo, cuando usted incluso anunció el gabinete le pregunté por qué no nombraba un ministro de Comunicación?, y usted lo consideró innecesario...
-Sí, y me equivoqué....
¿Qué cambios va a implementar?
-Hay una realidad que analizar, los medios de comunicación siguen siendo el principal canal de información de la gente, pero no solamente los medios de comunicación tradicionales sino toda la gama de redes electrónicas que nosotros utilizamos mucho en campaña. Esa parte no le dimos mucho énfasis una vez que llegamos aquí, hay que retomarla, el ejercicio de comunicación directa con la gente, especialmente quienes están viendo la obra. Por ejemplo, estamos haciendo acueductos, muchos, algunos de ellos se están haciendo muy rápidamente, el acueducto de Cañas se hizo en 7 meses, tenemos otro en Colorado de Abangares que se construyó en 7 meses, y el acueducto más grande que vamos a dejar construido es el del Caribe Sur, que va desde Cieneguita hasta Sixaola, son 90 kilómetros de cañería va a a estar listo en 18 meses. Ninguno de los tres se ven porque están enterrados, si uno no le dice a la comunidad, y al resto del país logramos dotar de agua potable a más de 15 mil familias en la zona de Caribe Sur, eso no se va a saber, porque no se va a ver. Hay otra que sí se ve, que es más simbólica, La Platina. En los próximos dos años va a haber una, no voy a decir una explosión porque puede lucir exagerado, pero va a haber una mucha mayor capacidad para enseñar lo que que está haciendo.
La población espera de usted el avance en obras grandes, al igual como se generó la ilusión de cambios fuertes. Aunque usted haga mil acueductos, la gente está esperando por ejemplo la nueva ruta a Cartago. ¿Sabe que usted tiene ese peso en hombros, y que de lo contrario es difícil que lo califiquen positivamente?
-La campaña generó una expectativa muy grande sobre el cambio, y lo que he señalado es que ese cambio se va a poder hacer en muchos campos, quizás no en todos en los que las personas quieran, pero se va a hacer al final de la administración. Esperar ese gran cambio, en la revolución total en Costa Rica en los primeros dos años era muy complicado de lograr, eso no ocurre excepto en algunos lugares donde el cambio sí se ha hecho y creo que dice bien de la administración. No porque sea extraordinario que no haya habido corrupción para eso lo eligen a uno, pero el hecho de que la corrupción apareciera en la parte más alta de las encuestas al inicio de la Administración prácticamente haya desparecido de los primeros 10 lugares de muchas de las encuestas refleja que hay una nueva percepción de ese tema. O el hecho de que hoy haya 27 mil y pico de familias que estén incorporadas plenamente a los programas sociales, gente que estaba en pobreza extrema y no comía, ahora están incorporadas en Puente al Desarrollo, eso es un gran cambio, pero tampoco se ve. Usted tiene razón había una expectativa que se construyera la carretera a Cartago, que hubiera tren, que se terminara el canal seco, que hubiera aeropuerto en Orotina, pero pensar que esas obras se puedan tener listas en dos años, pues no. Mucho de eso va a estar hecho, yo creo que el tren con la nueva Ley de Incofer va a sufrir una mejora considerable, que vamos a ver un tren muy mejorado, y creo que algunas de las carreteras nuevas, no las que estaban en camino que van a terminarse todas como la ruta 32 a Limón, la ruta a San Ramón, van a estar arrancadas.
Pero, ¿qué acciones concretas?. Por ejemplo la ruta a Cartago sigue siendo un martirio ¿Por lo menos se va a ver el avance?
-Yo esperaría que en el caso de la ruta a Cartago que tiene mucho que ver con el tren, porque ahí hay un debate técnico si el tren va por la mediana de la Florencio del Castillo o por la vieja carretera o se hace un nuevo túnel. Son debates técnicos muy complicados que tienen que ver con dificultades de tipo ingenieril, y en cuanto a costos. Un túnel, es lo que siempre soñé hiciera el ICE, que se metiera en Hacienda Vieja y saliera a la Rotonda de las Garantías Sociales. Pareciera muy complicado de hacerse por las limitaciones que le están poniendo al ICE para que construya ese tipo de obra pública, que seria lo más lógico de hacer. Pero también hay un tema de endeudamiento en estos momentos, pensar que el Gobierno puede invertir con recursos propios o endeudarse en el extranjero para ese tipo de obra resulta prácticamente imposible por las limitaciones fiscales que tenemos. Parte de mi preocupación por el plan fiscal y que este se apruebe, es la posibilidad que tengamos de invertir en obra pública.
Usted plantea un panorama muy complejo para echar andar los proyectos, entonces ¿Se jugó con la población o usted no tenía clara la dimensión de que era tan complejo, y se le vendió la idea al elector de que era posible?
-Bueno, es que esos grandes proyectos nunca fueron prometidos, esos grandes no. El tren sí....
Pero se generó la sensación en la gente de que usted lo podía alcanzar. ¿En ese momento usted no tenía claridad de qué tan complejo era echar para adelante lo que usted pretendía?
-No, viera que no tanto, le digo cual es la demostración de eso, yo hablé que estaba recibiendo una finca encharralada, tenía plena conciencia de lo que eso significaba y por lo tanto sí había una dimensión clara del tamaño del desafío Pero a la gente le prometí cambios en cuatro años, no en dos. Aquí hubo una expectativa de la gente que no fue inducida por una campaña, sino por la misma ansiedad frente a una política tradicional que sigue en evolución. Los disparadores del cambio están, y que va haber cambio en algunos temas. ¿Fue tan rápido como la gente esperaba?, no. ¿Va a producirse?, sí. ¿Cuándo se va a producir?; en la totalidad de la administración, que son cuatro años.
-Las obras que usted se está atribuyendo en su mayoría son de otras administraciones, los diputados del PLN señalan en específico que se atribuye las obras de la expresidenta Chinchilla....
-Primero no son obras de doña Laura, ni son obras mías, ni de don José María. Son obras de Costa Rica, del pueblo costarricense que las paga con sus impuestos. No es que doña Laura regaló esas obras de plata de ella, ni yo tampoco. Por eso yo no le pongo placas a las obras que se hacen, porque me parece que no es correcto atribuírselas casi personalmente al presidente de turno. Todos los presidentes heredan obras y hacen obras. Hay un proceso natural de continuidad. Yo no me atribuyo obras, lo que hago es que las termino, y las termino en tiempo. Muchas de estas obras estuvieron sin hacerse a lo largo de cuatro o cinco años.
Hay una línea clara de los sectores en desacuerdo con su gestión. ¿Aún así considera que está acompañado del mejor equipo? ¿Evalúa cambios?
-Yo tengo un equipo que ha cambiado tanto, como cambia cualquier equipo de gobierno. Los equipos de gobierno que terminan una administración generalmente no son los mismos que la inician. Ha habido que hacer ajustes, en algunos casos los ministros han decidido irse por razones personales. Creo que tengo un muy buen equipo, tan bueno es que ha logrado cumplir con alrededor del 70% de las obras que estaban previstas en nuestro Plan Nacional de Desarrollo. Cuando la gente dice: usted no tiene rumbo, como dijo don Antonio Álvarez Desanti, yo inmediatamente la remito al Plan Nacional de Desarrollo y digo: ahí está el rumbo.
¿Considera entonces que lo están evaluando más fuerte que otras administraciones? ¿Quiénes son sus detractores?
-Creo que a este Gobierno se le mide con otra vara, de las que se le midió anteriormente, tiene que ver con la naturaleza de este Gobierno que no viene de los grupos tradicionales de la política de este país. Creo que tiene que ver con las acciones de ese gobierno que no está beneficiando a los mismos grupos que se beneficiaban anteriormente. Creo que tiene que ver con nuestra forma diferente de hacer las cosas. Cuando se vivía en bipartidismo era muy fácil porque lo único que se tenía que construir era los amarres de dos bloques políticos. Durante los últimos dos años se empieza a beneficiar a los que estaban excluidos casi 40: los sectores agro productivos, las comunidades que habían dejado de estar presentes en la política pública, que no se les estaba atendiendo necesidades como las del agua, los grupos de pobreza extrema. Con las municipalidades con el programa Tejiendo al Desarrollo, hay una nueva preocupación por garantizar calidad en educación de la clase media, de ahí la importancia del proyecto de reforma de la Ley de Conesup.
¿Cómo se explica que desde su mismo partido lo califiquen negativamente? El fundador del PAC, Ottón Solís asegura que esta gestión está muy por debajo de las expectativas.
-A mí no me extraña que en el PAC haya perspectivas muy diferentes porque nunca va a ser un partido homogéneo, el que mejor lo sabe es don Ottón, que fue tres veces candidato de ese mismo partido, y que tuvo éxito es su proyecto histórico de construir al PAC precisamente porque lo hizo muy plural. No tengo problema con esas opiniones, que empiezan a ser muy diversas en otros partidos. No creo que haya hoy tantas diferencias entre el PAC y otros partidos que están muy divididos entre sí, disimulando que hay pleitos internos.
¿Sobre su figura usted estaría renovando un nuevo PAC? Usted menciona a un diputado como Henry Mora que violentó el propio Código de Ética del PAC, violentando los principios con que lo fundaron.
-¡No, no, no! Usted me dice que en el PAC hay figuras que se quejan, pero yo le digo que también hay figuras que ven que funciona...
¿Usted realmente se identifica con la ideología PAC? Le critican el que realmente usted viene de Liberación Nacional, llegó al PAC y fue más grande que el partido, logró ser presidente, pero no representa los principios del partido.
-Como Presidente de la República soy apartidista, mi obligación no es ser de una ideología partidaria y adherirme a un partido u otro. Me he autodenominado socialdemócrata, en un sentido filosófico e ideológico en general. En el PAC la adscripción ideológica nunca ha sido un tema, hay socialcristianos, socialdemócratas, liberales, excomunistas, hay de todo. Los que se dicen PAC-PAC, que yo nunca he sabido realmente qué significa eso, porque conozco muchos de esos diferentes que integran ideológicamente al partido, constituyen una masa humana muy variada, plural que ha enriquecido el debate políticos en este país.
¿Se visualiza retornando al partido, liderando al PAC?
-Cuando termine mis obligaciones como jefe de Estado, volveré a la vida civil como cualquier otro ciudadano, y participaré con la responsabilidad que me quepa en esa condición en los espacios que considere oportuno. Si son espacios partidistas o no, ya lo veremos. Pero evidentemente no voy a irme para la casa a meterme a un proceso de lectura 24 horas al día. Cuando digo que no participaré en ningún cargo de elección popular no quiero decir con ello que voy a quedarme como un ermitaño entre una cueva.
Su intervención en redes sociales, ¿es un intento desesperado por convencer que su gestión está generando réditos?
-Sobre esto había un proceso que tiene que ver con la divulgación de un informe del 2 de mayo, que explica la realización del chat. Siendo una cosa innovadora, no es la primera vez que lo hago, he hecho chats en otros momentos: dos, o tres. Fuí el candidato, y soy claramente el Presidente que más se ha comunicado a la ciudadanía por redes sociales, a pesar de que es insuficiente. No tiene que ver con la encuestas, que es un dato muy serio, que agradezco mucho como posibilidad para corregir, pero no es eso lo que justificó esa acción en específico.
La población le pide casas y usted entrega bonos comunales (gimnasios, canchas de fútbol, etc) ¿Ha a valorado esas acciones?
-Hay un déficit de casas que ronda en 100 mil, se puede pasar 24 horas al día haciendo casas durante los 4 años y no voy a satisfacer la demanda. Ese déficit no es culpa mía, es el acumulado de años, de casas que no se hicieron o se distribuyeron mal. No entrego casas para ir a satisfacer mi ego, las entrego cuando están listas. Muchas de esas estuvieron listas hace años y no se habían entregado por incapacidad de las mismas instituciones. No me extraña que la gente pida casas a pesar que las estamos dando, esta es la administración que más bonos ha dado en la historia, no se han construido todas las casas, pero los números son contundentes. Pero eso la gente no lo ve, no lo asimila, porque la necesidad de casas es muy grande.
¿Cómo pretende ser recordado?
-Cuando llegue al final de mi mandato, la vara con la que yo espero ser medido es esa: ahí está el Plan Nacional de Desarrollo que refleja las prioridades en campaña, a diferencia de todos los anteriores tiene objetivos de gestión. Dentro del plan hay prioridades, esperaría en el plano económico tener como grandes logros el haber aprobado la reforma fiscal, que la economía mantenga su nivel de crecimiento o lo aumente y garantizar que en el pilar de conectividad e infraestructura demos avances importantes. En la parte social lo que espero es que Puente al Desarrollo, haga su trabajo y saquemos a las 57 mil familias de la pobreza extrema. Eso en la parte social que mantengamos estándares de educación, que logremos el tema de gestión del ambiente. Y en la parte de transparencia un gobierno abierto.
Después de que los diputados de oposición se le plantaran, ¿cuál va a ser su estrategia para lograr que se aprueben los impuestos?
-No ha habido ninguna contradicción, ni timidez respecto al gasto. Es una administración que ha colocado ese tema en dos años, cuál ha sido la única administración que ha abierto la cantidad de convenciones colectivas, 8 que tenemos abiertas y 12 que vienen, casi 18 mil millones de colones hemos reducido en gastos que vienen por vía de convenciones colectivas. No tenemos miedo al tope de pensiones, hemos puesto sobre caja única, reglas fiscales. Todo eso está ahí puesto. Sobre salario único, lo que he dicho es que no puede ser por decreto, es más 57 diputados tampoco pueden resolverlo sin negociar.
¿Cederá para la vía rápida a proyectos del gasto?
-Tenemos una propuesta que conlleva la aprobación de las dos cosas, el orden en que eso se aprueba lo dictará la realidad legislativa, van a ser la mayorías parlamentarias. Me parece que nunca hemos objetado que los temas de gasto salgan. Si los diputados deciden darle vía rápida por el 208 bis a gasto y después entran a discutir ingresos, no le veo ningún problema, porque tienen que entrar a discutir ingresos.
Si no se aprueban los impuestos perdería uno de sus grandes logros...
-No, este Gobierno sino el país, entraría en una crisis casi irreversible. Eso significa que las cosas que la gente está pidiendo van a ser más difíciles de obtener. Lo que quisiéramos es que la otra administración no tenga que pasar por aquí. Esta administración está poniendo el pecho a las balas para que no se lo ponga la próxima, independientemente de color que tenga. Si no ayudan los partidos que están en la Asamblea Legislativa la responsabilidad en materia fiscal es responsabilidad de ellos, ya hicimos todo lo que prometidos
¿Cuál es su compromiso para la generación de empleo? Esta es la preocupación más grande de los costarricenses. Usted resalta que la cuestión económica es de las partes positivas, pero el ciudadano que va a comprar el comestible no lo percibe, especialmente si no tiene empleo.
-Costa Rica tiene tal vez 30 años de tener un desempleo que oscila entre el 8% y 10%, ningún Gobierno lo ha bajado a menos del 8% . Lo que pasa es que la informalidad es muy alta también. Tenemos claridad de ese fenómeno, la primera forma como se ataca es garantizando estabilidad en la economía.
Los niveles de atención a las diferentes poblaciones son distintos. Estamos generando condiciones para que la economía sea estable y crezca y que el crecimiento económico genere empleo. Cuando me dicen: yo no siento el mejoramiento de la economía cuando voy de compras. Tenemos dos años que no hay inflación, hace 40 años no se producía el fenómeno de inflación cero, si los costarricenses no lo sienten, vieran como lo sentirían si fuera muy alta. Paramos la locura que encontramos de los bandazos en el tipo de cambio, estábamos en una situación de tipo de cambio disparado que subía y bajaba todos los días, eso se paró. Un programa como primer empleo está dirigido especialmente a jóvenes, mujeres y personas con discapacidad para atacar donde hay más desempleo y estamos haciendo otras intervenciones para permitir por ejemplo que las molusqueras se conviertan en agentes de bienestar en un trabajo que sea reconocido. Donde están los problemas fundamentales, que la economía crece muy lentamente tenemos que acelerarla.
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CRÉDITOS: Foto: Stephanie Sánchez
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Jueves 05 Mayo, 2016
HORA: 12:00 AM
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