Sabia es la frase que reza “entre cielo y tierra no hay nada oculto”. Así se evidencia una vez más en la administración Solís Rivera, donde un nuevo remezón agita al Ministerio de Cultura y Juventud, tras la salida de los jerarcas del Museo de Arte Costarricense en La Sabana; Alma Fernández Tercero su directora y el subdirector Francisco Quesada Periera
“Sí, ellos dejaron su cargo el viernes y no sabemos nada”, dijo un empleado con una voz tímida ayer cuando nos atendió y que en medio de súplicas pidió no ser identificado por temor a represalias, nos indicó que la encargada de prensa de museo estaba de vacaciones y que todos temían hablar del asunto.
Conocer más detalles sobre la nueva baja en dicho ministerio, obligó hacer la consulta a la oficina de prensa del Ministerio de Cultura, donde se indicó que había que enviar la consulta por escrito, respuesta que al cierre de edición no había llegado.
La insistencia sobre la respuesta obligó llamar a los despachos de Sylvie Durán y Max Valverde, ministra y vicemintro de esa cartera, pero el silencio reinó una vez más pues ninguno atendió porque “estaban en reunión” y tampoco respondieron los mensajes.
GOBIERNO “TRANSPARENCIA”
Tras ser juramentado como Presidente de la República, el pasado 8 de mayo del 2014 y electo por los costarricenses con un respaldo del 78%, al historiador Luis Guillermo Solís le golpean los resultados negativos de las encuestas, donde queda en evidencia la mala imagen, así como lo señala la última encuesta de la Universidad de Costa Rica (UCR).
La semana pasada la actual administración enfrentó tres nuevos escándalos políticos, el cual incluso obligó la renuncia de dos de sus jerarcas, como el caso de José Joaquín Salazar quien renunció a su cargo como viceministro de Agricultura debido a que fue nombrado de forma ilegal.
A la lista se suma la renuncia de Pablo Barahona, embajador de Costa Rica en la Organización de Estados Americanos (OEA), a quien señalaron sus subalternos por el acoso laboral. También está el caso de Carlos Segnini, quien tras renunciar a su puesto como ministro de Transportes, sin anunciarlo el mandatario Solís lo nombró como representante en un organismo internacional donde solo en viáticos ganaría alrededor de $6 mil en viáticos.
En medio de la controversia e indignación de los ciudadanos por falta del mismo presidente Solís, esta administración se ha visto obligada a responder siempre bajo la presión de la prensa, para la cual muchas veces debe esperar no solo horas sino días para que los costarricenses se enteren de lo que pasó.
Ahora con el caso del Museo de Arte Costarricense, donde obras como las de Francisco “Paco” Amighetti se exponen hasta el próximo 10 de abril, quedaron bajo la custodia de los trabajadores y no del director o subdirector, porque cada uno se fue por su lado. Mientras tanto, se está a la espera que el presidente Solís aterrice en el Aeropuerto Juan Santamaría tras un nuevo viaje, para diga quiénes ocuparán esos cargos.
