Durante casi 4 años, el Ministerio de Justicia debió sacar de sus arcas más de ¢1.236.000.000 para pagar a funcionarios administrativos de centros penales horas de esparcimiento que terminaron acomodándolas como tiempo libre.
Esto tomando en cuenta que un salario diario de uno de estos empleados en promedio es de ¢16.000, o sea, la hora es de ¢2.000 aproximadamente y la suma de horas anuales pagadas sin laborar es de 103, al año se estaría pagando a cada funcionario ¢206.000 por tiempo que no trabajó.
Ese monto multiplicado por los 1.500 colaboradores durante los últimos 4 años da como resultado la millonaria suma que se entregó a esos funcionarios, para que muchos de ellos simplemente dejaran de laborar.
Mediante la circular N. MJP-02-2012, firmada por el entonces ministro Hernando París y dos sus viceministros, Fernando Ferraro y Max Loría, en el artículo 3, bajo el título “Fomento a la Salud Física y Mental”, se abrió el portillo a lo que terminó siendo un derroche de dinero.
El escrito autoriza dos horas dentro de la jornada laboral ordinaria, dentro del recinto de trabajo con previa aprobación de la Dirección General de Adaptación Social, para actividades que les ayuden a controlar los altos niveles de estrés que manejan en una cárcel.
“LA HORA TATÁ”
Sin embargo, en una inspección que hicieron los actuales jerarcas, por la denuncia de un funcionario que asistió al centro penal de mujeres El Buen Pastor, se enteraron que esa medida fue aprovechada para otras cosas.
Lo curioso es que hasta bautizaron ese rato libre como “la hora tatá”, donde inclusive muchos policías penitenciarios quedaban a cargo de funciones administrativas, abandonando sus puestos de custodia de privados de libertad, lo que se prestaba para situaciones indebidas.
De hecho la preocupación es que los funcionarios no están acatando la regla, pues esas dos horas se toman como ratos libres e inclusive algunos se ausentan del centro de trabajo pese a que la circular indica que se debe cumplir el espacio de esparcimiento en las instalaciones del centro.
“Es razonable para que puedan tener espacios para que en medio de todo el desgaste y la presión que implica, lo que no nos parece razonable es que se haya definido tan puntualmente lo que se haga por semana. Estamos regulando esos espacios para los funcionarios, pero sin que sean dos horas por semana, nosotros creemos que en las condiciones actuales de hacinamiento y falta de plazas puede verse mal”, dijo Marco Feoli, viceministro de Justicia.
ORDENAN CAMBIAR “BENEFICIO”
Tras verlo como algo extremo, pese a que también lo consideran necesario, los altos mandos de esa cartera decidieron reformar el artículo que autorizaba las dos horas semanales para regular ese “beneficio”. “El cambio es que la institución va a promover estos espacios con actividades para mejorar la salud ocupacional, deben informar a la Dirección de Adaptación Social y una vez que se se autoriza se envíe al despacho de la Ministra. Actualmente los centros penitenciarios que informan son muy pocos, no se están haciendo actividades. Con el cambio se eliminan las dos horas pero quieren promover actividades de este tipo; deben informarlo para ver si se adapta a los objetivos”, explicó Feoli. El viceministro dejó claro que entiende la complejidad del trabajo de sus funcionarios y apoya que se promuevan distintas actividades, pero lo que no quieren es que eso se preste para excesos, por eso se modificó el artículo mediante la circular N. MJP-001-2016.
“Cada centro penitenciario promoverá dentro de sus instalaciones la realización periódica de actividades que fomenten la salud física y mental de todos los funcionarios. Estas actividades deben ser expresamente aprobadas por escrito por la Dirección de Adaptación Social y Departamento de Salud Ocupacional en coordinación con la Unidad de Atención Psicológica y de Desarrollo Humano y comunicadas al despacho de la ministra o ministro de Justicia”, indica la circular.
PERIODISTA: Carlos Castro Gamboa
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Martes 09 Febrero, 2016
HORA: 12:00 AM
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