Municipalidades: el gobierno de cercanía
Editorial
Mañana los costarricenses iremos de nuevo a las urnas para elegir más de 6 mil puestos en las municipalidades a lo largo y ancho del país.
Este siempre ha sido un proceso bastante frío, pese a las molestias de los ciudadanos con los gobiernos de turno, lo que es contradictorio en una nación cuya carta de presentación es su democracia.
Las elecciones municipales tuvieron que ser cambiadas de periodo para desligarlas completamente de la escogencia presidencial y de las festividades decembrinas, ambos factores de alguna forma restaban importancia a las votaciones.
Por eso este domingo, después de seis años, los costarricenses podemos ir de nuevo a las urnas y emitir un voto responsable y solidario, exigiendo a la vez una representación honesta, íntegra y digna de los señores alcaldes, regidores, síndicos y concejales de distrito e intendentes en cada comunidad.
Esta es la oportunidad que tenemos los ciudadanos de ejercer el poder de forma civilizada y respetuosa. Debemos salir a votar en las elecciones municipales, no para ganar o perder sino para hacer valer un derecho que muchos aún en pleno siglo XXI ni siquiera ven cercano a su realidad.
Tal vez haya gente que desde ya manifiesta su animadversión por los asuntos políticos, que sienta que las agrupaciones quedaron debiendo a sus seguidores y al país, que no son honestas, que hay corrupción, que muchos usan los eventos públicos como trampolín para otros asuntos.
Nadie dice que muchas de esas razones no sean ciertas, pero lo que verdaderamente nos compromete son las ganas de vivir mejor, de participar, pues para tales efectos se crearon los espacios electorales.
La apatía que mantiene aletargados a los votantes, según registra la historia, debe ceder de cara a la fiesta electoral que viviremos.
Votar no solo es un derecho, es una vivencia extraordinaria que debe perpetuarse en el tiempo, que los más chicos aprendan y sientan la máxima expresión de la democracia.
No dejemos que las malas actitudes opaquen el acto universal del sufragio, empoderemos a las nuevas generaciones, hay que seguir creyendo en la gente que hace las cosas bien, seguir dándole apoyo, eso solo lo decide usted con su voto.
Todos los procesos electorales son importantes, pero el municipal se trata del gobierno de cercanía y reviste una relevancia mayor, pues son los ciudadanos que darán respuestas inmediatas a la comunidad, a sus carencias, a sus proyectos para mejorar la calidad de vida.
Por eso es indispensable que votemos a conciencia, que decidamos a nuestro criterio cuál candidato es capaz de manejar el proyecto país que se ajuste a la Costa Rica en la que queremos vivir.
No se vale dejarse guiar ciegamente por los números de las encuestas, que al fin y al cabo son solo una fotografía de la realidad nacional en un momento específico, pero que no deciden nada; no son absolutas ni deben convertirse en una excusa para dejar de ir a votar, o peor aún, darle el voto a un candidato solo para que otro no gane.
El sufragio es un derecho conquistado con la sangre de muchos, lo que lo convierte también en una responsabilidad. En ningún momento debemos cederles a otros el privilegio de elegir como una forma de limpiarnos de culpas.
Con una democracia tan antigua como la nuestra no es justo que la gran mayoría de nosotros decida no votar para castigar a alguien o a algún partido.
No bote su sufragio solo para “ganar”, analice con cuidado las propuestas de los candidatos. Elija el que usted considere el mejor, pues aunque solo reciba tres adhesiones y esté lejos de ganar los comicios, su voto le dará la satisfacción de saberse un ciudadano responsable.
Votemos, participemos y representemos al país, es un deber ciudadano que trasciende el conformismo, la apatía, el descontento y la corrupción.
Salgamos todos a seguir dando el ejemplo que el mundo entero siempre espera de Costa Rica, no dejemos el portillo abierto a las perversidades que denigran la democracia y el Estado de derecho.
