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Opinión

Las reformas que generan reformas

Jaime Ordóñez

Costa Rica está atascada. Hay una sensación desde hace tiempo (un par de décadas, por lo menos) de que tenemos un sistema político que no toma decisiones. No se construye infraestructura ni se genera empleo competitivo; la reforma integral a la CCSS está pendiente; logramos graduar de secundaria apenas un 50% de los estudiantes; invertimos en I&D apenas un 0,45% del PIB, mientras los países desarrollados invierten el 2,5%. Se desmantelaron los trenes a ambos puertos y se optó por transportar todas nuestras mercancías por carretera, quemando petróleo. Lo contrario a lo que hace el resto del mundo. Mientras en la última década Panamá construyó un metro urbano de última tecnología, nosotros ni siquiera arreglamos una simple platina de metal en un puente. Nos hemos vuelto Macondo, pero menos pintoresco e interesante, sin Coronel Aureliano Buendía ni Remedios La Bella que nos encienda la imaginación. Nuestro entorno es más bien feo, lento y aldeano. Un pueblón colapsado por presas de carros.

 

¿Qué hacemos? La clave es buscar los talones de Aquiles y los cuellos de botella que nos impiden tomar decisiones. Buscar las reformas que, una vez realizadas, pueden generar todas las otras reformas de fondo. ¿Cuáles son esas trabas? La hipótesis de esta columna es que si no hacemos un pacto nacional (una suerte de “concertación” a la chilena o un Pacto de la Moncloa a la española, en la época de transición), si no hacemos algo similar en los próximos años, seguiremos estancados. Si no logramos un pacto de todos los sectores por hacer esas reformas procedimentales, no resolveremos los temas de fondo. ¿Y cuáles son esos talones de Aquiles? Sintetizo:

 

1.- Reforma al Reglamento de la Asamblea Legislativa. En toda democracia sólida y moderna debe imperar el principio de mayoría (es antidemocrático que las minorías puedan siempre impedir ad infinitum la toma de decisiones). La solución es fijar plazos fatales y definitivos para la votación de proyectos. ¡Pasados 6 meses exactos, hay que votar cualquier proyecto! Aunque exista un millón de mociones pendientes.

 

2.- Reforma a la Ley de Concesión de Obra Pública y a la Ley de Contratación Administrativa. La única manera para agilizar la toma de decisiones y la ejecución de obra pública es introducir reformas que establezcan plazos y cerrar procesos licitatorios. Después de 9 meses, o un año, hay que adjudicar con firmeza. Así lo hizo Colombia y su avance en infraestructura ha sido impresionante. Así lo hacen países OCDE, como Alemania, Francia y España. La celeridad es esencial para que un sistema político funcione.

 

3.- Reforma a la Ley de Control Interno de CGR. El sistema contralor debe ser eficaz y profundo, pero igualmente coadyuvar para que el país resuelva en plazos perentorios su contratación administrativa. Urge reformar dos o tres artículos de la Ley Nº8292.

 

4.- Transparentar realmente toda la contratación y gestión pública.- Este es otro punto flaco del país. Tenemos un modelo opaco, que genera corrupción y poca transparencia. La clave era avanzar con MerLink, un sistema en tiempo real, con expediente único informático y escrutinio permanente de la población. Extirpar el doble expediente y la tramitación en papel. Sin legitimidad y transparencia se lesiona la democracia.

Estos son los cuatro talones de Aquiles, los cuatro frenos que nos tienen atascados. Primero tenemos que trabajar en ello, en resolverlos. Después podremos hacer todo lo demás.

 

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Lunes 30 Noviembre, 2015

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