Empresa: Actor social insustituible
Paula Galeano Román
El concepto de empresa popularmente se conoce como una organización o un sistema económico donde bienes y servicios se intercambian con otros o a cambio de dinero, sin embargo el concepto de empresa va más allá de solo una organización que hace intercambio con el fin de obtener utilidades, estas son consecuencia de otros objetivos más esenciales como la continuidad en el tiempo, crecimiento y progreso, y la rentabilidad a consecuencia de la actividad empresarial.
Las utilidades de una empresa son las ganancias después de considerar todos los costos de operación.
¿Es legítimo y justificable tener utilidades? La respuesta es sí, no tendría lógica tener un negocio sin utilidades, no obstante las utilidades empresariales tienen un significado que supera el resultado económico esperado, hablar de utilidades es hablar de muchos elementos que una empresa aporta a la sociedad.
La satisfacción de necesidades es uno de los aportes más importantes, las empresas están pendientes de lo que los clientes necesitan para poder transformarlo en una oferta que no solo permita satisfacer dichas necesidades sino que también permita mejorar la calidad de vida de sus clientes. Este año han ingresado empresas al país que han solucionado problemas de servicio al cliente como Uber y Air bnb, que han contribuido a mejorar los ingresos de muchas personas
Las empresas son agentes de desarrollo local y social, por ejemplo, la Zona Norte de nuestro país ha tenido gran desarrollo local gracias a las empresas, tanto públicas como privadas, del sector que se han preocupado por la explotación de los recursos con que cuentan, especialmente en los agronegocios, convirtiéndolos en una de las zonas más productivas del país.
Otro de los aportes a la sociedad es la generación de empleo. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos, la tasa de empleo para el segundo trimestre del 2015 fue de un 56,3%.
Las empresas públicas o estatales tienen una responsabilidad más grande de progreso social, ya que estas se financian con fondos de todos los costarricenses, deben apostar por la eficiencia, productividad y por el bienestar de todos los ciudadanos, de lo contrario no deberían existir.
La competencia mejora la calidad de los productos o servicios que ofrecen las empresas, fomenta la innovación y precios competitivos tanto en el sector público como en el privado.
El caso de Recope, una refinadora que no refina, que su planilla consume más del 50% de sus gastos operativos anuales, que no satisface las necesidades de sus clientes, ya que encarece el precio de los combustibles. ¿Será una empresa que se preocupa por el desarrollo social del país?
Como el caso de Recope existen más en nuestro país, empresas estatales que solo buscan su beneficio y que olvidan que son un importante actor social para el desarrollo del país, sindicatos de estas empresas entorpecen el desarrollo económico del país con huelgas que perjudican las actividades productivas, privilegios pagados por los costarricenses y con monopolios que encarecen productos y servicios.
Hablar de empresa -pública o privada- también es hablar de una organización que debe y es capaz de colaborar y contribuir al progreso individual y social de un país.
