Modernizar la visión de la iglesia católica en la sociedad, forma parte de los temas que discuten 270 obispos de todo el mundo en el Sínodo de la Familia, que se realiza en Roma, Italia, del 4 al 25 de octubre. Nuestro país está representado por el obispo de la Diócesis de Cartago, monseñor José Francisco Ulloa, miembro de la Conferencia Episcopal de Costa Rica.
Desde el Vaticano monseñor Ulloa explicó al país por medio de la emisora católica Radio Fides que la metodología para discutir y abordar los temas incluyó una reunión de 60 obispos, quienes se integraron a uno de los 13 grupos que se establecieron según el idioma y estos realizaron diversas dinámicas con el objetivo de conocer el texto, estudiarlo y analizarlo.
“El trabajo grupal nos permitió dar 44 sugerencias las cuales luego se discutirán de manera conjunta”, agregó el obispo de Cartago, quien reiteró que “la iglesia tenía que empezar por una esperanza, con algo positivo, porque tiene el compromiso de iluminar la situación”, agregó.
Como dato curioso destacó la participación de 18 matrimonios dentro del Sínodo, los cuales comparten con los obispos. “Traté de aportar sobre la mujer, ya que en algunos momentos quiso verse como una imagen negativa y hay tomar en cuenta que en muchas ocasiones es la que saca a los hijos adelante porque sufren el abandono del varón, quien incluso la maltrata”.
ENCUENTRO PAPAL
Un encuentro eucarístico tuvo monseñor José Francisco Ulloa y su asesor el padre Ronny Solano de la Pastoral Familiar, el día que se inauguró el sínodo. Pero hace tres días el papa Francisco hizo a un lado el protocolo y se acercó a los obispos para darles el abrazo y la bienvenida fraterna. En medio de la camaradería que se generó aprovecharon para decirle al Papa que en Costa Rica lo esperamos con los brazos abiertos.
Monseñor reiteró que las discusiones giran sobre temas como la posición de la iglesia para apoyar y darle esperanza a la familia. Durante este encuentro tendrían espacio los temas a los cuales muchas veces los medios les dan más importancia, tales como la comunión en caso de una pareja que se divorció y se volvió a casar, así como las uniones entre parejas del mismo sexo.
“Tras la discusión grupal, el Papa recomienda una comisión que recoge los documentos para elaborar una síntesis, luego se procede a revisarla de nuevo para ver que se le agrega o se le quita. Se trata de discutir a la luz de la fe, en torno al matrimonio de hoy”, explicó.
