Al menos 22 oficiales de la Unidad K-9 de la Policía Penitenciaria en La Reforma han logrado el arresto de aproximadamente 200 personas entre 2014 y 2015, las cuales pretendían ingresar droga a las diferentes cárceles de nuestro país.
Los valientes canes han llevado un exigente entrenamiento durante meses hasta convertirse en una herramienta prácticamente infalible para las intenciones de las autoridades de controlar la droga que llega a manos de los privados de libertad.
Víctor Peña, jefe de la unidad, comentó a DIARIO EXTRA que la labor ha sido complicada, pues en un inicio nadie confiaba en la eficacia de los perros, un año después se realizó el primer decomiso de droga, desde entonces el trabajo es intachable pues los animales entran en acción en el tercer filtro de revisión en la cárcel.
“...los perros son entrenados durante 6 meses luego de ser comprados, ellos vienen de países como Colombia y Guatemala donde son criados, nosotros nos hemos dado a la tarea de crear una unión muy fuerte entre ellos y nosotros, pues debe haber confianza para ejecutar una buena labor”, destacó Peña.
Las edades de estos perros de la policía normalmente rondan entre los 8 meses y los 10 años, sin embargo en este grupo con sede en La Reforma, hay hasta tres animales con mayor tiempo.
Cuando son pensionados, se les busca un hogar digno para que pasen el resto de sus días en buena compañía con familias o lugares donde sean felices.
Pablo Bertozzi, director de la Policía Penitenciaria, confirmó a este medio que entre el año pasado y este se han detenido más de 400 personas en su intento por meter cocaína y marihuana a los centros institucionales para la respectiva venta dentro de ellos.
Cuando uno de los canes logra olfatear alguna droga en personas, de inmediato se sienta para que los policías lleguen a detener al sospechoso y así revisarlo con mayor precisión.
Entre las cosas que rastrean los oficiales de cuatro patas están drogas, explosivos y búsqueda de personas.
LOS MÁS RECURRENTES
Según informaciones del Ministerio de Justicia y Paz, los centros carcelarios donde más incidencias hay por manipulación de estupefacientes entre los privados de libertad son La Reforma, San Sebastián, El Virilla y Sandoval en Limón.
La Unidad K-9 fue creada en el año 2004 y cuenta además con al menos 10 guías en los turnos de revisión.
El pasado jueves, la institución inauguró la Unidad Canina de la cárcel en Puntarenas, donde hay más de 700 privados de libertad.
De acuerdo con Bertozzi, esta unidad le permitirá a la Policía Penitenciaria realizar sus tareas cotidianas: operativos, requisas, labores de control y supervisión los días de visita, con un acompañamiento de equipos especializados, lo que conlleva a una mejora en la labor operativa de los oficiales penitenciarios.
