El pasado domingo falleció una de las mujeres más emprendedoras del país. Se trata de Lucila Romero Collado, hija de la también desaparecida escritora Delfina Collado. Murió a los 67 años de edad, víctima de un aneurisma. Romero fue de las primeras cinco aeromozas de Costa Rica.
Nació en Sabanilla de Montes de Oca en medio de la guerra civil de 1948. Su madre la dio a luz en el sótano de la casa acompañada por sus hijos gemelos de un año de edad.
Según su hija, la comunicadora María José García, su mamá fue electa como reina de las fiestas de San José en 1966, y coronada por el alcalde de entonces, Rolando Laclé.
Comenta que en aquellos tiempos no había certamen, la elección la hacía el ayuntamiento a dedo con referencias de las muchachas más bonitas de sociedad de aquella época. Tras ser elegida como reina de las fiestas, representó a Costa Rica en dos certámenes internacionales; fue a Miss Centroamérica y los carnavales de San Andrés, en Colombia. También entre 1967 y 1971, laboró como aeromoza de Líneas Aéreas de Costa Rica (Lacsa) donde por cuatro años surcó los cielos entre México, Gran Caimán y Estados Unidos.
El 9 octubre del 1967 y siendo parte de la tripulación del primer jet que llegó a Costa Rica (“El Tico” Bac 1-111-400) descendió en forma brusca desde los 30 mil pies de altura, donde dos pasajeros pegaron la cabeza al techo por no respetar la orden de ponerse los cinturones de seguridad. Aque hecho se recuerda como El Cacayazo, que fue el único accidente aéreo que tuvo Lacsa con víctimas mortales, entre ellos Ricardo Castro Beeche, quien era el director del periódico La Nación en ese momento. El destino final era Miami, pero se vieron obligados a aterrizar en las Islas de Grand Caimán, para hacer el levantamiento de los cuerpos, luego Lacsa puso a disposición aviones para que los familiares de los pasajeros regresaran a Costa Rica. Pero las noticias en Costa Rica era que todas las personas que se encontraban en el avión habían fallecido, por ello su mamá se trasladó a Grand Caimán y la encontró a salvo en una habitación de hotel. Luego de 3 meses de incapacidad por las diversas heridas sufridas, vuelve a volar otros 6 meses, para renunciar luego ya que debía trasladarse a vivir a Guatemala. En ese país aceptó un trabajo para el Hotel Camino Real, esto porque su mamá, Delfina, se casó con Augusto Mulet, director del Diario La Hora en ese país. En Costa Rica laboró para los hoteles Balmoral, Herradura y Cariari, en este último fue gerente de Relaciones Públicas. Una anécdota curiosa fue que en una ocasión recibió una llamada para ubicar a un cliente VIP y para su sorpresa era el narcotraficante-que nadie conocía en Costa Rica en esos años- Rafael Caro Quintero. Tras salir de la hotelería, comenzó a trabajar en bienes raíces. Era secretaria bilingüe; hablaba inglés y francés. Sus cenizas serán esparcidas en los próximos días desde una avioneta sobre las montañas de San José, según su último deseo.
PERIODISTA: Ariel Chaves González
EMAIL: [email protected]
Viernes 28 Agosto, 2015
HORA: 12:00 AM
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