Si no nos cuidamos nosotros, ¿quién lo hará?
Editorial
Los ticos a veces tendemos a ser muy descuidados no solo en cuanto a las horas de llegada, a los asuntos del trabajo y en algunos casos en el cuidado personal, sino en situaciones más graves como lo es la salud; por eso no es de extrañar que más de un millón de personas estén en riesgo de tener el combo completo que nos puede mandar al hospital e incluso quitarnos la vida.
¿A qué vamos con esto? A que muchos estamos en riesgo de padecer de azúcar en la sangre, presión alta y a eso sumarle que no es que tenemos un par de kilitos de más, sino que son muchos más de los que deberíamos cargar por tamaño y edad, el problema radica en que ahora a muchos les da lo mismo y empiezan dietas que no terminan, o un día la hacen y otras no, provocando grandes desbalances en el cuerpo.
Todos los descuidos que cometemos no solo nos perjudican a nosotros mismos sino al resto de la familia y hasta al Estado, pues solo en el 2014 se tuvieron que invertir ¢17 mil millones en estos pacientes, pudiendo usar este dinero en personas que tienen otros problemas de salud.
El problema no es tener que hacer esta inversión, ya que a cada uno de nosotros nos rebajan todos los meses un monto para que nos atiendan en los hospitales de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), el punto radica en que muchos de esos males atacan a los ticos por no cuidarse y no porque sea un tema hereditario o de enfermedad, así que se puede evitar con solo hacer un esfuercito.
Entendemos que el estrés, la carga excesiva de trabajo, el tiempo que camina tan rápido y todas las presiones que la sociedad ejerce sobre nosotros están haciendo estragos sobre la salud de muchos costarricenses, pero además no podemos negar que la problemática se presenta a nivel mundial, así que no podemos hacernos de la vista gorda y pensar que solo nuestro país presenta grandes índices en estos temas.
Sin embargo, es hora de variar los hábitos de alimentación, salud y hasta la forma de relacionarnos con los demás con el propósito de provocar un cambio en nuestras vidas, para vivir muchos años más los cuales compartir con la familia.
Es claro que estos cambios no son de un día o de una semana, ni tan siquiera de un mes, sino de más tiempo, por eso se requiere compromiso por parte de quienes decidan salirse del saco de estos padecimientos y lo más importante en estos casos es tener el apoyo de los más allegados, porque en muchas ocasiones que el resto de la familia y los amigos estén ahí tentándonos nos hace caer en los malos hábitos que nos pueden llevar hasta la tumba.
Otra de las cosas importantes por hacer es enseñarles a los más pequeños de la casa a cuidarse para que en un futuro no engruesen las listas de los hospitales con estos males, ellos deben tener claro que todo lo que hagan desde ahora les va a afectar cuando lleguen a la edad adulta.
Salgamos a correr en familia, hagamos actividades físicas juntos y enseñémosles que entre todos nos podemos cuidar y a hacerlo no solo porque la moda es estar en forma, sino que es una manera de mantenernos sanos; al igual que los hábitos de alimentación, que no se trata de “comer bien”, sino que esto puede incidir en que nuestra tasa de mortalidad sea más alta.
