El seguimiento por varias semanas de agentes encubiertos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) permitió la detención de un hombre conocido con el alias de “Pancho” y sus colaboradores, quienes conformaban una banda que se dedicaba a robar y asaltar.
Ayer, sin que ellos se dieran cuenta, los policías judiciales les seguían cada uno de sus pasos para conocer sus movimientos en detalle y establecer sus nexos dentro de la organización.
Ayer asaltaron y despojaron a un adulto mayor de sus pertenencias y ¢2 millones que llevaba en efectivo, en el centro de Puriscal. Después los cacos se subieron a un bus que se dirigía a Parrita por la ruta 239 y cuando se bajaron los esperaba un automóvil.
Con ellos en el servicio de transporte público viajaban dos agentes del OIJ, quienes se bajaron con los maleantes y de inmediato los detuvieron. En el lugar otros judiciales los esperaban.
Dentro del carro encontraron gran cantidad de dinero en efectivo que se presume fue el que le robaron al adulto mayor, quien llegó al lugar acompañado por policías y logró identificar a los delincuentes.
Esta banda estaba compuesta por dos colombianos de apellidos Caseidón y dos mujeres apellidadas Campos, una de las cuales lideraba la agrupación.
Según las autoridades, estas personas tenían la siguiente forma de trabajar: una de las mujeres hacía que caía al suelo y mientras quienes estaban alrededor intentaban ayudarle, los otros aprovechaban para robarles.
Los detenidos fueron llevados a los Tribunales en San José, donde los pusieron a las órdenes del Ministerio Público para su debido proceso.
Los hechos ocurrieron en las cercanías de Cerbatana, Puriscal.