Aaron Davidson, hijo de un costarricense, abogado en Miami, y presidente de la empresa Traffic USA, habría acordado sobornos por $3 millones (¢1.611 millones) a directivos del Caribe de la FIFA por los derechos de prensa y mercadeo de los partidos clasificatorios para los campeonatos del mundo del 2018 y 2022, indica la acusación del Ministerio Público de Estados Unidos.
Su origen costarricense se dio a conocer en una publicación del diario Miami Herald, en la que además se señaló que los dineros fueron pagados a Jeffrey Webb, hasta hace poco presidente de la Concacaf, por medio de una transferencia realizada a un contratista que estaba construyendo una piscina para el federativo en Loganville, Georgia.
DIARIO EXTRA dio a conocer, el sábado, que Davidson, de 44 años, se declaró inocente ante la jueza Sheryl Pollak, en los tribunales de justicia de Nueva York, en lo que fue su audiencia preliminar. Además, se le impuso una fianza de libertad condicional por $5 millones (¢2.685 millones) por lo que puso a responder varias de sus propiedades, donde es copropietario con su esposa.
En la acusación contra Davidson y que también fue publicada por el diario estadounidense, se indica que durante las negociaciones del 2013, con respecto a los derechos comerciales de la Copa Oro y Liga de Campeones, Webb solicitó sobornos. Davidson y el fundador de Traffic Sport, Jose Hawilla, acordaron darle $2 millones (más de ¢1.000 millones).
Al parecer, en marzo del año pasado en una reunión en Queens, Nueva York, entre Davidson y Hawilla, el ejecutivo de padre costarricense dijo en voz alta si lo que estaban haciendo era ilegal y luego él mismo respondió diciendo que sí lo era. En ese momento Hawilla colaboraba con las autoridades del FBI.
Dentro de su perfil, Davidson es padre de dos niñas y habla cuatro idiomas, además presidente de la Junta de Gobierno de la Liga del Fútbol de América del Norte (North American Soccer League) y de Strikers de Fort Louderdale.
Según el Miami Herald, algunas de las personas que lo conocen, lo calificaron como un individuo inteligente para los negocios y sobre todo para cerrar tratos.
