El FBI contó con la colaboración de un testigo primario para proceder ayer con la detención de varios miembros de la FIFA, entre ellos el presidente de la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol), Eduardo Li.
Se trata del estadounidense Charles “Chuck” Blazer, quien fue secretario general de la Confederación Centroamericana, Norte y el Caribe de Fútbol (Concacaf) y miembro del Ejecutivo de FIFA.
Blazer, de 70 años, según medios de prensa internacional, fue quien pasó a las autoridades pruebas valiosas para el arresto de varios dirigentes y ejecutivos del ente rector en Suiza.
Diferentes medios señalan al exdirigente de reunirse con directivos de la FIFA para grabar las conversaciones y recabar papeles que pudieran ayudar con la investigación que lleva el FBI.
Al parecer Blazer ingresaba a las reuniones con micrófonos en la camisa para grabar de manera involuntaria a sus compañeros, obteniendo confesiones que sirvieron al FBI para destapar los nombres de los directivos de FIFA acusados por actos de corrupción, entre ellos el tico Li.
En pocas palabras Chuck fue quien cantó a sus compas con las autoridades. El exdirectivo fue acusado en 2013 por aceptar $20 millones de la Concacaf para un centro de desarrollo que pertenecía a miembros de su familia, motivo por el que fue suspendido por FIFA durante 90 días.
A raíz de eso el FBI comenzó una investigación en su contra y lo convirtió en su aliado.
Blazer también se declaró culpable de 10 cargos, entre los que se encuentran conspiración de crimen organizado, fraude electrónico, lavado de dinero y evasión de impuestos.
