Las finanzas personales siempre constituyen un reto, y muchas veces se ve como una tarea para especialistas, pero lo cierto es que es menos complejo de lo que aparenta. La regla básica es que los gastos no deben superar los ingresos, y la mejor forma para verificar que esto se cumpla es usando un presupuesto. Por ello, le ofrecemos algunas recomendaciones importantes para que esta tarea sea más fácil.
A la hora de elaborar su presupuesto, la primera recomendación es que este sea quincenal, es decir, que incluya todos los ingresos y gastos que se den durante la quincena. Por ello, inicie elaborando un detalle de lo que gana. Si sus ingresos se dan en forma bisemanal o mensual, por ejemplo, lo recomendable es ajustar su presupuesto a esas fechas.
Si el monto de sus ingresos no es siempre igual, analice lo que ha recibido durante los últimos seis meses y calcule un promedio, y tome este resultado como un monto fijo de ingreso para su presupuesto.
Si además de su salario recibe algunas sumas que no son fijas, como por ejemplo, el pago de extras, el aguinaldo, o algún otro similar, lo ideal es realizar un presupuesto especial en el que incluya el uso que se le va a dar a esos dineros, de manera que no los mezcle con sus ingresos ordinarios.
Luego, realice una lista de todos los gastos en que incurre durante el mes y el monto aproximado que utiliza en cada uno. Identifique cuáles de estos son gastos fijos, es decir, que se presentan todos los meses (por ejemplo, el pago de los servicios públicos, las deudas que tenga e incluso los gastos de transporte o alimentación), y cuáles son excepcionales, es decir, que no necesariamente se dan todos los meses. Con base en esa lista, tome los gastos fijos e identifique la fecha máxima en que debe realizar el pago. Distribúyalos según el pago se tenga que hacer en la primera o segunda quincena.
Establezca además, un monto de ahorro, y acostúmbrese a respetarlo. Ese ahorro, independientemente de la suma que sea, le permitirá afrontar imprevistos o bien, contar con dinero suficiente para un proyecto especial, de forma que no tenga que recurrir al financiamiento para realizarlo, o al menos, endeudarse por un monto menor.
En el caso de gastos eventuales o esporádicos, es conveniente tener claro cuándo se van a dar, de forma tal que se tenga claridad con qué dinero se va a pagar. Así por ejemplo, si el pago del seguro del carro es semestral, procure distribuir su costo entre seis meses, de forma que cuando llegue la fecha de pago, ya cuente con los recursos para cancelar.
Así, al ingreso de cada quincena, réstele los gastos que tenga en cada una de ellas y verifique que el resultado no sea negativo. Esto indica que su presupuesto está balanceado y con ello puede estar seguro que los gastos no sean mayores que los ingresos.
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CRÉDITOS: Daniel Castro, Abogado de la OCF
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Lunes 27 Abril, 2015
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