Los 15 días de búsqueda de los costarricenses Edith Alfaro de 40 años, Rafael Garbanzo de 42 y Gino Ruiz de 46, no han rendido frutos, pues no encuentran una sola prueba de alguna embarcación que haya naufragado, comentó Roger Mora, quien además de ser amigo de los ticos, mantiene comunicación con el hermano de la mujer.
“Según Arselio Alfaro (hermano de Edith) las autoridades piensan que ellos nunca se montaron en el bote que los llevaría a los Estados Unidos y la posibilidad de que se hayan hundido con la embarcación pierde fuerza, pues no han encontrado ningún objeto como pichingas para gasolina o algún otro elemento que les permita mantener la tesis inicial”.
En Nassau, la capital de Bahamas, se encuentran cuatro familiares de los costarricenses, dos que viajaron desde Tiquicia y otros dos que lo hicieron desde suelo estadounidense y trabajan estrechamente con las autoridades en tratar de averiguar lo que pudo haber sucedido.
SUMA MILLONARIA
Robert Jagger, ministro de Relaciones Exteriores en el archipiélago compuesto por 700 islas, ordenó que se abriera una investigación por este caso, ya que la situación parece complicada y las informaciones que han recibido son confusas y generan sospechas.
Uno de los hechos que más llama la atención a las autoridades es que estos tres costarricenses, quienes pretendían ingresar de manera ilegal a Estados Unidos, habrían accedido a pagar $8 mil cada uno, poco más de ¢4 millones para llegar hasta ese país ubicado en Norteamérica.
La primera parte se pagaba al salir de nuestro territorio, es decir entre los tres desembolsaron $12 mil, unos ¢6,4 millones. La ruta era San José–Panamá, Panamá–Bahamas y Bahamas–Estados Unidos, que duraría unas dos horas. Una vez que llegaban a suelo gringo, debían cancelar el otro 50%.
BUSCAN COYOTE
Para tener más claro el panorama de esta misteriosa desaparición y como parte de la investigación, las autoridades pretenden hablar con la persona con la que los costarricenses hicieron contacto, pues trascendió que él forma parte de una organización que ya ha realizado cuatro viajes de estos en un año y medio, y su contacto directo es el que conducía la embarcación en la que viajaban los costarricenses y despareció del mapa sin mayor explicación.
Esta persona logra montar en uno de estos viajes clandestinos de 4 a 6 personas que buscan conquistar el sueño americano en Estados Unidos y hacen lo que esté a su alcance para pagar los $8 mil. En algunos casos, venden hasta sus propiedades y apuestan por ese nuevo futuro a manos llenas.
SEGUNDO VIAJE
La pareja de ticos vivió en Lancaster, Pensilvania (Estados Unidos) desde el 2000 hasta 2005. Rafael Garbanzo trabajó en construcción y su esposa tenía un empleo en oficinas. Ellos tienen gemelas de 11 años, quienes nacieron en suelo gringo. En el 2005 las autoridades de inmigración deportaron a Garbanzo y su esposa lo acompañó, mientras las pequeñas se quedaron con una tía. Pero ambos no perdieron la esperanza de regresar y fue por eso que lo intentaron una vez más.
ENTREVISTAN TICO
Un costarricense, quien supuestamente sobrevivió al hundimiento, les contó a las autoridades de Bahamas antes de ser deportado a nuestro país que él vio varias fugas de agua y los tripulantes prefirieron saltar al agua; usaron recipientes grandes de plástico para mantenerse a salvo o en algunos casos dispositivos de flotación. Agregó que él podía ver a los otros en el mar pero los perdió de vista. Contó que además de los coterráneos había turcos y peruanos en el barco.
