La desaparición de José Pablo Soto Zúñiga, de 29 años, en Semana Santa revivió los casos de dos jóvenes extraviados en 2011 en los parques nacionales Chirripó y Poás, que un lustro después mantienen en desvelo a sus familiares.
Soto ingresó a la montaña en San Isidro de Heredia a inicios de abril junto a dos amigos, horas más tarde se extravió al parecer porque estaba cansado y no podía seguir caminando.
Guillermo Arroyo, jerarca de operaciones de la Cruz Roja, manifestó en días pasados a DIARIO EXTRA que la situación del muchacho es complicada, porque en San Isidro no existe forma de perderse, debido a la existencia de senderos por todos lados.
En uno de los días de búsqueda, amigos de Soto indicaron que este tenía problemas con unos hombres, pero dicha versión fue descartada por familiares, quienes aseguraron que José Pablo era un muchacho tranquilo.
El despliegue para buscar a Soto finalizó la semana anterior, cuando los grupos de rescate de la benemérita consideraron que se había buscado por cada uno de los rincones de la zona montañosa de Heredia, ruta 32 y lugares aledaños.
CHIRRIPÓ
Nelson Alvarado Montoya era un estudiante vecino de Escazú, tenía 21 años y vivía junto a sus padres, sin embargo, para ellos enero de 2011 se convirtió en la peor etapa de su vida, luego de que les avisaron que su muchacho había desaparecido mientras caminaba en el Parque Nacional Chirripó.
Cerca de 10 unidades de la Cruz Roja y 50 baqueanos participaron de la búsqueda del joven en esa oportunidad, pero la primera semana de febrero el operativo se canceló debido a que no existieron pistas o evidencias que llevaran a las autoridades hasta el paradero del sujeto.
En diciembre de 2013, un par de zapatos alertaron a familiares, amigos y autoridades porque se presumía que se trataba del calzado que portaba Alvarado en el momento de su desaparición, no obstante, poco después sus propios allegados descartaron esa probabilidad.
POÁS
En agosto del 2011, el turno del sufrimiento fue para una familia vecina de San Ramón de Alajuela, cuando escucharon por teléfono la noticia de que su hijo había desaparecido del Parque Nacional Poás.
Óscar Cruz Ramírez, de 24 años y guardaparques de la misma zona protegida, se extravió un 3 de agosto, cuando caminaba por lo profundo del sitio junto a dos muchachas estudiantes.
De la misma forma, la búsqueda se prolongó por semana y media, hasta que decidieron cancelar el operativo.
Lo más extraño en estos tres casos es que según las autoridades no había factores que propiciaran la desaparición en las respectivas, pero la incógnita seguirá viva.
