En la comunidad de Bajo de La Paz ubicada a 15 kilómetros del centro de San Ramón de Alajuela, DIARIO EXTRA encontró a los hermanos Arias Arias, los cuales son reconocidos por elaborar más de 400 mil sobados en cerca de 33 años. Pero el detalle que más caracteriza sus dulces es que los realizan con el mismo procedimiento de antaño; es decir, dentro de un trapiche y de forma artesanal.
Esta historia comenzó a escribirse hace dos décadas porque en dichas tierras se cultiva caña de azúcar, al punto que funcionaron 33 trapiches de tipo tradicional. Sin embargo, el paso del tiempo llevó a que desaparecieran poco a poco y solamente queda el de los protagonistas, junto a otros cuatro productores pero de línea moderna y donde emplean la tecnología.
SELLO FAMILIAR
Carlos Arias Arias explicó que desde tempranas horas arrancan con la faena, misma que tomaron sus abuelos hasta generarle raíces, por decirlo de alguna manera. “A las 4 de la mañana se comienza a trabajar en lo que es moler, se prende la hornilla y se limpia a una temperatura aproximada de 700 grados. Seguidamente se procede a resecar el agua y a convertir el jugo de caña en miel, luego esa misma se enfría manualmente, se vierte en los moldes y se dejan enfriar por unos 15 minutos para luego obtener las tapas de dulce cristalizadas. Sumamos 22 años en que molemos una vez a la semana, nuestros abuelos les enseñaron a nuestros padres y ellos a nosotros. Es una labor muy digna y actualmente atendemos a todas las personas que nos visitan para que no se pierda ese legado”, resumió.
RECETA ÚNICA
Por su parte, Óscar Arias manifestó que saca 200 sobados, eso sí, empleando una receta 100% familiar y por ende creativa. “Primero conocimos lo que son los ingredientes y la técnica para mezclar todo con mi suegro. Para ello solo se necesita echar la miel al punto y darle la contextura al ir sobándola, se le hecha lo que quiera, como leche y maní, linaza tostada, whisky, menta, cacao, chile, entre otros, y tenemos el privilegio de crear con todos”, resumió.
En tono jocoso recordó que siempre buscó innovar para satisfacer los gustos más exigentes. “Decidí unificar sabores, mi suegro me decía que le hiciera los de él pero seguí con los míos. Es muy bonito, es como un arte, les llaman santos porque se paran, la gente que los ve dice 'mire donde está el pasito, San José, La Virgen', entre otros”, dijo.
MIEL ALIADA
Enfatizó en que el sabor de la miel es el paso más importante en la técnica. “En el proceso hay que probarla constantemente, cuando pasa al punto se le añade la primera endulzada y se le da un rato para que enfríe y se compacte y ya comienzo a plasmar las piezas, se dura entre 10 y 15 minutos para cada sobado. Aquí le ponemos más que todo leche y maní, pero si la gente trae algún ingrediente, magnífico, se le prepara como quieran”, indicó.
Los Arias mantienen en las instalaciones moldes de hasta 70 años con los que se inspiraron sus padres y abuelos; sin duda son un ejemplo de que quieren mantener viva una tradición que se perdió en muchos lugares de Costa Rica.
Si usted desea ver la elaboración del dulce o degustar un sobado visítelos los miércoles, día en el que ponen manos en la miel.
PERIODISTA: Laura Morales Sánchez
CRÉDITOS: Fotos: Mauricio Arce, corresponsal
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Sábado 21 Marzo, 2015
HORA: 12:00 AM