Pese a que la Torre de Cuidados Críticos o Torre de la Esperanza, resulta de gran relevancia debido a que se destinará a la atención de los menores con enfermedades muy complejas, lo cierto es que los ¢10.559 millones, acumulados entre el 2010 y 2013, provenientes del Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Fodesaf) tuvieron que ser redistribuidos, debido a que la Asociación Pro Hospital Nacional de Niños (APHNN) no hizo la solicitud de los recursos.
A raíz de la modificación a la Ley de Fodesaf realizada en el 2009, se asigna un 0.78% del presupuesto de dicho fondo para la construcción y equipamiento de la Torre de La Esperanza, por lo que ante el no reclamo, los recursos fueron redistribuidos entre otros programas sociales financiados por Fodesaf.
Esta es una de las conclusiones a las que llegó la Contraloría General de la República (CGR) en la auditoría sobre la implementación del proyecto Torre de la Esperanza del Hospital Nacional Niños, al cual se le agrega el hecho que el fideicomiso suscrito entre la APHNN y el Banco Nacional de Costa Rica, por tercera vez, esto en el 2010 no ha tenido mucho avance pues estaba en la etapa de aprobación por parte de las autoridades de la CCSS.
NO SE IMPLEMENTÓ
Señala la entidad fiscalizadora, que el Hospital Nacional de Niños que tiene 50 años, cuenta con una infraestructura deteriorada y no responde a la demanda de servicios que exige el perfil epidemiológico de la población infantil del país por lo que se requiere modernizar tanto la infraestructura como el equipamiento. “En este sentido, se determinó que si bien es cierto en las actas de junta directiva de la APHNN Nº 983 del 13 de octubre de 2010, Nº 991 del 1 de junio de 2011 y Nº 1003 del 11 de julio de 2012, se aprobó entre otros incluir en el presupuesto de la APHNN una sección aparte e independiente a su presupuesto operativo correspondiente a los recursos provenientes del Fodesaf, de modo que estos recursos se manejen en cuentas corrientes separadas y una vez recibidos se girarían al fideicomiso con el BNCR, ello no se implementó en forma oportuna por parte de las autoridades administrativas de esa asociación”, recalca la instancia fiscalizadora.
SIN UNA CLARA DEFINICIÓN
Pese a que desde el 2005 se habla de la Torre de la Esperanza, llama la atención de la Contraloría que ni la Caja ni la APHNN cuenten con un diseño consensuado, definido, completo y aprobado sobre el proyecto.
Por otro lado, la Torre de la Esperanza no está dentro del banco de proyectos ni de la CCSS ni del Ministerio de Planificación y Política Económica (Mideplan), aspecto que resulta de preocupación para el ente fiscalizador, por ser esta una infraestructura necesaria para la atención médica de la población infantil.
El documento detalla además que al momento del desarrollo del estudio la Caja no había nombrado, de manera formal, un coordinador o una unidad coordinadora encargada de la dirección y coordinación inter e intrainstitucional del proyecto Torre de la Esperanza, lo cual se considera fundamental en un proyecto de esta naturaleza, máxime que se conjuga la participación de diversos actores. A su vez, se encontró que la APHNN presenta debilidades relacionadas con los mecanismos de control interno requeridos para la administración de los recursos que eventualmente reciba del Fodesaf, y que tiene poca experiencia en el desarrollo de proyectos de esta naturaleza.
DIARIO EXTRA trató de entrevistar a Luis Gerardo Gamboa, presidente ejecutivo de la APHNN sobre el tema; se le dejó mensajes en su oficina pero a la hora del cierre no devolvió la llamada.
PERIODISTA: Krissia Morris Gray
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Jueves 29 Enero, 2015
HORA: 12:00 AM
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