Raúl Castro, el hermano y sucesor del legendario Fidel Castro en la presidencia de Cuba, crea expectativas ante el logro que representa para su país que Estados Unidos decida levantar el bloqueo económico y admita que la estrategia implementada por más de 50 años fue un fracaso.
El mandatario cubano se reunirá mañana en el Centro de Eventos Pedregal con 28 líderes de los 33 miembros de la Celac. Los cancilleres acordaron respaldar las acciones del gobierno estadounidense para que la población de la isla pueda recobrarse de las sanciones que se emitieron en el siglo anterior.
Manuel González, ministro de Relaciones Exteriores costarricense, dijo que no está programada una cita bilateral entre los presidentes Luis Guillermo Solís y Raúl Castro, aunque es probable que conversen en el plenario de la III Cumbre de la Celac. Castro es uno de los primeros jefes de Estado que arribaron al país, seguido del presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén.
El Canciller afirmó que hay mucha expectativa sobre la renovación de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, proceso que pretende reanimar la comunicación entre dos naciones cuyo conflicto supera los 50 años.
Los cancilleres presentes en la III Cumbre coinciden con la línea emitida por la Organización de Naciones Unidas, en la cual condena las medidas impuestas al gobierno cubano y respalda una vez más la actitud del presidente Barack Obama para levantar el cerco.
Castro llegó en un vuelo privado en compañía de un pequeño grupo de personas, mientras bajaba del avión que lo trajo al país sonreía frente a los niños que saludaban con banderas, cuadro muy diferente al que acostumbra a ver cuando visita países militarizados.
