El bullying no es un juego de aula

El “bullying” es un problema que por desgracia se ha arraigado en la sociedad, este término anglosajón deberíamos llamarlo correctamente en español como acoso escolar o matonismo, y comienza a despertar un mayor interés en nuestro país por el aumento en los porcentajes de violencia presentes en el ámbito educativo.

La investigadora nacional Hannia Cabezas Pizarro, ofrece una estadística costarricense en la cual los resultados obtenidos indican que un 17,1% de los estudiantes que cursan la educación primaria, ha participado en algún tipo de agresión a iguales, lo que es comparable con los datos europeos que oscilan entre un 15% y 20%. De este modo, ella afirma que el acoso escolar es un fenómeno mundial, del cual no se escapa el estudiantado costarricense.

Para comprender mejor el fenómeno del acoso estudiantil, se debe aclarar que hace mención a toda clase de actos violentos y por lo tanto, intencionados; que inicia en la interrelación dentro del ámbito escolar o colegial por estudiantes, y se perpetúa por un periodo prolongado, donde media un desequilibrio de poder aparente entre las partes, el cual es alentado y validado en la mayoría de ocasiones por terceros y tiene consecuencias negativas, ya sean psicológicas, emocionales, físicas o sociales, para todas las personas implicadas.

Esto parece que lo tienen claro los señores diputados, quienes recientemente han redactado un proyecto de ley que promete ser de gran ayuda en la prevención del acoso escolar a nivel nacional, incluyendo puntos de suma importancia, como una definición precisa dentro del ámbito legislativo y pautas específicas para el Ministerio de Educación Pública.

Aunque nos queda debiendo sanciones claras para actos propios o situaciones de acoso escolar, o para el manejo del ciberacoso o acoso por Internet, que pareciera ser un tema que viene en aumento.

Este proyecto de ley se suma a la lucha que viene realizando el Ministerio de Educación Pública desde la administración anterior, trabajando en el tema de la prevención con programas educativos para la convivencia y facilitando protocolos de prevención de la violencia, con uno específico para la atención de situaciones de violencia de tipo Acoso Escolar (bullying) que serán fortalecidos con una política pública clara en el tema.

Todo parece indicar que con este proyecto de ley se pretende tomar en serio las labores de prevención de este problema en el ámbito nacional, e involucrar a todas las partes implicadas y no solamente al Ministerio de Educación Pública, ya que también incluye al Ministerio de Salud y otras instituciones. Reta al personal docente y administrativo, a las personas encargadas de familia y estudiantes a tomar una posición seria en la prevención del acoso estudiantil; a dejar de pensar que es un juego entre niños y adolescentes, o parte de su cotidianeidad como estudiantes con la que deben aprender a vivir.

El proyecto recuerda que estamos hablando de un fenómeno, de un problema presente, que va más allá de las aulas y se debe combatir. Esperemos que sea un aliado más para el sector educativo y no una nueva carga para las y los profesionales en educación.

Los criterios de las y los orientadores deben ser tomados en cuenta a la hora de tratar estos temas, por nuestra experiencia y conocimiento, mucho podemos aportar a la discusión que los señores diputados hagan sobre el tema.

*Miembro Colegio de Profesionales en Orientación

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Sábado 24 Enero, 2015

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Lic. Pablo Sibaja Mojica*