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Deportes

Se resistió a jugosa oferta de la Liga

Siendo estrella del Monstruo, directivos manudos le ofrecieron mucha plata

  • Aparte de haber sido un gran futbolista, Édgar Marín es un destacado agente de seguros

  • Marín jugó 17 años en primera división

Édgar Marín se convirtió en un ídolo morado por la brillante carrera futbolística que hizo con este equipo. Logró 12 títulos manteniendo el récord como el jugador más laureado del fútbol costarricense; con el Monstruo además marcó 154 goles. Era un extremo derecho rápido, encarador, aplaudido por los saprissistas, y también por la afición rival.

 

Lo que muy pocos aficionados de la “S” saben es que Marín estuvo muy cerca de firmar con la Liga, el archirrival. Si eso hubiera pasado de seguro hoy no sería el ídolo de muchos morados, quienes no le perdonarían la traición. Pero Marín fue fiel tanto por el amor al club, como por la amistad que lo unía al presidente Ricardo Saprissa.

 

Este y otros temas los comparte el exatacante como invitado de La Cita Extra. Dice que en la actualidad se identifica mucho con Deyver Vega, quien jugaba parecido, y está feliz que la Unafut lo tomara en cuenta para dedicarle el Torneo de Verano 2015.

 

¿Cómo toma ser el dedicado del Torneo de Verano 2015?

 

-Muy contento por esa distinción, se disfruta en vida y se comparte con las personas que uno quiere, familia, amigos, etc.

 

¿Se lo esperaba?

 

-No, la verdad que no me lo esperaba, uno nunca espera este tipo de reconocimientos.

 

¿Sigue estando presente el nombre de Édgar Marín en el fútbol tico?

 

-Me retiré hace muchos años y este tipo de cosas quiere decir que todavía se acuerdan de uno.

 

¿Cómo asume que su nombre siga escrito con letras de oro en la historia del balompié nacional?

 

-Lo tomo con mucho agrado, muy complacido, porque quiere decir en parte que uno hizo las cosas bien y todavía se acuerdan de uno.

 

De los 12 títulos que ganó con Saprissa, ¿con cuál se queda?

 

-Con el primero y el último, con esos dos, son los que más disfruté.

 

¿Por qué?

 

-El primero por ser un novato y el último porque ya me estaba despidiéndome del fútbol, son los que más recuerdo y disfruté.

 

¿Cree que algún jugador pueda romper ese récord de 12 copas en primera?

 

-Los récords se hicieron para romperse, más ahora que en Costa Rica los campeonatos son dobles, 2 x 1, creo que sí con este nuevo sistema pueda llegar un jugador a más de 12 campeonatos.

 

¿Su mérito es mayor por conseguirlo en temporadas largas?

 

-Sí, porque no es lo mismo ganar un campeonato por año a que sean dos.

 

¿Cómo llega al Saprissa siendo un carajillo?

 

-Me crié en Cinco Esquinas de Tibás y don Víctor Manuel Bolaños, quien era jugador de Saprissa y después busca talentos, me vio y me recomendó al club, luego fue mi entrenador en mosquitos. Estuve 6 años en liga menor y después salté a la primera división.

 

¿Tuvo el debut soñado con dos anotaciones?

 

-Sí, anoté en aquel partido. Pero la verdad es que tuve un partido a los 16 años contra Cartago, me llevó un entrenador brasileño que no recuerdo el nombre, jugué un rato con la primera. Después me llamó Alfredo Piedra al regresar con la selección juvenil de Panamá, me subió a la primera división en 1962.

 

¿Empieza ahí su aventura en el fútbol?

 

-Sí, fuimos campeones ese año.

 

¿De los goles importantes tiene presente los dos que le hizo al Santos de Pelé?

 

-Dichosamente uno de esos fue en Estados Unidos contra Gilmar, el famoso portero brasileño, y el de aquí era Agustín Cejas, otro famoso portero de Argentina.

 

Y las dos veces con Pelé en cancha . . .

 

-En los dos estuvo el Rey Pelé. Por ejemplo en Estados Unidos fue en Oakland, ese estadio lo llenó Pelé, asistieron como unas 30 mil personas.

 

¿Qué le dijo a Pelé en esas dos oportunidades?

 

-Un saludo nada más, de hola, cómo está y suerte.

 

¿A qué atribuye tanto éxito con el Monstruo?

 

-Primero que nada a que Saprissa es una gran institución, tiene grandes jugadores que lo acompañan a uno y una gran afición. Sin afición y compañeros buenos nadie puede lograr nada como futbolista y deportista.

 

¿Qué representa Saprissa para usted?

 

-Para mí Saprissa es un amor, es como tener un hijo, un amor de toda la vida, es un sentimiento.

 

Solo le faltó un mundial . . .

 

-Sí, vieras que en esa época los jugadores comentábamos mucho eso, que merecíamos ir a un mundial, pero desgraciadamente solo un cupo había en este sector y se nos hacía difícil porque México estaba bien preparado.

 

De los jugadores actuales, ¿con quién se identifica por manejar un perfil de juego parecido al suyo?

 

-Yo era un jugador al que le gustaba enfrentar con velocidad y veo eso mucho en Deyver Vega, una similitud con mi juego. Es un jugador que enfrenta, muy bueno. Quizás yo movía un poco más las dos piernas, Deyver es más zurdo nato, pero es un jugador muy completo.

 

¿Qué opinión tiene del fútbol actual?

 

-El fútbol ha cambiado, lo que nos ha hecho bien son los jugadores en el exterior, porque se preparan mejor y la competencia es mejor. En la época nuestra era muy difícil competir tanto afuera, no salíamos tanto como ahora, que son contratados a montones. En aquellos años éramos ficha del club, que no nos dejaba ir ni a la esquina.

Sin embargo usted fue un legionario en aquellos años…

-Nos fuimos varios jugadores del Saprissa a una liga pirata de Estados Unidos, luego FIFA la reconoció a los 6 meses. Tenía mucha amistad con don Ricardo Saprissa (presidente del club), y le dije que me iba porque quería conocer Estados Unidos, vivir esa experiencia y me autorizó. Y Saprissa recibió por nosotros como $33 mil de esa época.

¿Era mucha plata para aquellos años?

-Sí claro, era mucha plata.

¿También intentó probar en el fútbol holandés?

-Hice algunas pruebas, pero tuve que venirme porque mi señora estaba un poco enferma en San Francisco.

¿A qué se dedica actualmente?

-Soy agente de seguros, tengo como 36 años de trabajar en esto.

¿Dos cosas muy diferentes, los seguros y el fútbol?

-Sí, pero el INS es el otro amor mío. Somos varios compañeros de Saprissa que estamos ahí.

¿Ninguno de sus 5 hijos siguió sus pasos en el fútbol?

No, fueron buenos jugadores, tenían condiciones, pero no fueron fiebres y para esto hay que ser fiebre.

¿Se le escapaba a sus papás para ir a mejenguear?

-Mi mamá era la que veía por nosotros porque mi papá se fue para Panamá. Ella quería que estudiara y no me dejaba jugar, entonces tuvo que llegar a hablarle don Ricardo Saprissa a la casa y ahí le firmó.

¿Es Ricardo Saprissa el que lo impulsa en el fútbol?

-Sí, don Ricardo fue como un padre para mí. Guardo unas historias muy bonitas con don Ricardo.

¿Cómo cuáles?

-Don Ricardo me dio trabajo en la fábrica de vino, nosotros estábamos muy necesitados y yo estudiaba de noche, él me ayudaba con los estudios. Mi familia comía con dos colones que me daba todos los días don Ricardo, así fue por mucho tiempo, son cosas que no se pueden olvidar.

¿Recuerda algo en particular que todavía cuente?

-Cuando regresé de Estados Unidos que venía libre, no podía jugar con otro equipo que no fuera Saprissa, me tentaron los alajuelenses con plata y todo, pero lo pensé muy bien y no, me quedé, porque pensaba  en qué cara le iba a poner a don Ricardo cuando me lo topara en el estadio de Saprissa y me viera con la camisa de la Liga.

¿Cuánto le ofreció la Liga para ficharlo?

-Llegaron a mi casa y me dejaron como ¢20 mil, y me dijeron que yo ponía el resto.

¿Pesó más la amistad?

-Casi me dejo llevar, pero al final solo pensar en la cara que le iba a poner a don Ricardo no podía, seguro no le hubiera dado la cara de vergüenza.

¿Pero sí estuvo a punto de firmar con los manudos?

-Sí, la verdad es que sí, usted sabe que el dinero es el dinero, y uno lo piensa. Pero no lo hice y no me arrepiento de la decisión.

¿Le comentó a don Ricardo de la oferta de Alajuelense?

-No, pero él siempre se dio cuenta. Pero Saprissa es mi casa de toda la vida.

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CRÉDITOS: Fotos: Isaac Villalta y Archivo de Jorge Monge

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Sábado 24 Enero, 2015

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