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Sucesos

Fotos inéditas muestran homicidio en Alajuelita

  • En primer plano se observa una bolsa plástica con algunas ollas y utensilios, otro bolso de mecate, un zapato tipo tenis color lila y una bolsa plástica con un par de zapatos de tacón alto color negro

  • En la toma se aprecian los cuerpos de las ofendidas alcanzadas por los disparos, tal y como fueron encontradas a nuestra llegada al sitio

  • Se observan algunos casquillos en el mantel que cubre a las víctimas

  • La evidencia número 18 consistente en una cajetilla de cigarrillos marca Delta, vacía

Un grupo de fotografías inéditas en el expediente judicial del terrible homicidio de siete mujeres, el 6 de abril de 1986, camino a La Cruz de Alajuelita, revela una escena que difícilmente se puede explicar con palabras. Tras 28 años del suceso todavía hay una pregunta sin resolver: ¿quién o quiénes fueron los responsables?

 

DIARIO EXTRA tuvo acceso al expediente judicial donde están las fotografías que muestran el horror de lo sucedido ese día.

 

Las víctimas fueron identificadas por las autoridades judiciales como María Eugenia Zamora Martínez, de 41 años, sus hijas María Gabriela, de 16, María Auxiliadora de 11 y Karla Virginia Salas Zamora de 9. También fueron asesinadas las hermanas Alejandra, de 13 años, Karla María de 11 y María Eugenia Sandí Zamora, de 4.

 

El 8 de abril de 1989 el Tribunal Tercero Penal condenó a Arnoldo Mora Portilla, alias “Arnoldillo”, a 19 años de cárcel como responsable de los delitos de robo agravado y violación, y a José Luis Monge Sandí, alias “Tres Pelos”, a 195 años por dos delitos de violación agravada y siete homicidios calificados.

 

Después de esto, el caso inició un camino judicial que sembró la duda de quién o quiénes fueron los responsables. El 5 de enero de 1990 la Sala Tercera anuló la sentencia y ordenó un nuevo juicio. 

 

El debate se realizó un año después y el tribunal absolvió a Monge porque no había suficientes pruebas para vincularlo con los homicidios. Mora Portilla quedó fuera del proceso debido a que la Ley Tutelar de Menores señaló que se podía juzgar delitos cometidos por menores, ya que en el momento de los hechos el sospechoso tenía 17 años.

 

Después la Sala Tercera ordenó, el 10 de junio de 1992, la realización de un nuevo juicio pero Mora Sandí fue asesinado el 26 de febrero de 1996, cuatro meses antes de que se realizara el debate.

 

Al proceso también estuvieron vinculados Álvaro Chinchilla Vásquez, alias “Viruta”, y Arnoldo Mora Quesada, alias “Galleta”, sin embargo ambos fueron asesinados durante las indagaciones de los hechos.

 

 

¿QUÉ SUCEDIÓ EL DOMINGO 6 DE ABRIL?

 

 

La sentencia del Tribunal Tercero Penal dictada el 8 de abril de 1989 les atribuye a Mora Portilla y Monge Sandí los asesinatos ocurridos en La Cruz de Alajuelita. 

 

Los jueces Carlos Villalobos Rodríguez, Seidy Rudín Ruhpuy y Juan Diego Rojas Araya establecieron que esto fue lo que ocurrió ese Domingo de Ramos y este es un extracto de la sentencia:

 

“...Mientras el imputado José Luis Monge Sandí se ocupaba de recoger las armas, el imputado Arnoldo Mora y Álvaro Chinchilla por haber acordado la noche anterior en la casa de habitación del imputado Monge ir a probar las armas, ese domingo 6 de abril al cerro de La Cruz de Alajuelita, procedieron a realizar compras de comestibles, trasladándose a la casa de Monge Sandí, a quien esperaron en las afueras de su casa, apareciendo Arnoldo Mora alias 'Galleta', a quien también habían invitado la noche anterior.

 

...Una vez reunidos los imputados, llevando únicamente el arma M-3, subametralladora auto 45, y unos magazines, ya que la otra (arma) se salía de una parte de la valija quedando visible, por lo cual la dejaron, dirigiéndose en un taxi al mirador en El Llano de Alajuelita...”.

 

Los jueces establecieron que cuando llegaron al sitio los cuatro hombres empezaron a caminar rumbo a La Cruz de Alajuelita por una calle de tierra frente al sitio conocido como El Mirador del Llano, en busca de un lugar apropiado para probar el arma. 

 

“...Ese domingo 6 de abril de 1986 se realizaba en La Cruz de Alajuelita un acto religioso al cual asistieron altos personeros eclesiásticos y del gobierno participando en la romería. Las aquí ofendidas, vecinas de Hatillo y San José, se dirigieron hacia La Cruz de Alajuelita, habiendo planeado el viaje la noche del día anterior. Cuando iban subiendo hacia hacia La Cruz de Alajuelita, en el camino la señora María del Rosario Zamora y la menor Cristina Salas Zamora se cansaron de caminar y decidieron quedarse sentadas en el camino...”.

 

En ese momento, según se lee en la sentencia, María del Rosario le dijo a su hermana Marta Zamora Martínez que continuara el viaje con las otras menores, las cuales siguieron el camino, asistieron a la misa y demás actos religiosos.

 

“...Una vez concluidos dichos actos, las ofendidas realizaron su retorno con rumbo a Alajuelita y aproximadamente unos cuatro kilómetros antes de llegar al Llano de Alajuelita, cuando caminaban en un sector quebrado, por una calle de tierra, propiamente frente a la propiedad del señor Teodorico Retana, en la localidad de Granadilla de San Antonio de Alajuelita, fueron interceptadas por los imputados, quienes en ese momento se disponían a probar el arma que portaban...”.

 

 

TERROR EN LA MONTAÑA

 

 

Los jueces indican en la sentencia que al ver a las mujeres que venían por un camino de tierra en fila india se les acercaron y las rodearon. En ese momento Arnoldo Mora, quien portaba la subametralladora M-3, encañonó a todas las ofendidas diciéndoles que “se detuvieran o las mataba, soy sandinista”.

 

“...Por su parte los imputados José Luis Monge y Arnoldo Mora Portilla sacaron de entre sus ropas cuchillos con los cuales amenazaron a las ofendidas para poder mantenerlas en el grupo, vigilándolas para que no se escaparan. Teniendo a las ofendidas en grupo e indefensas, el aquí imputado Arnoldo Mora Portilla, con instrucciones del coimputado José Luis Monge, procede a violar a la ofendida (…) y empuñando un arma punzocortante que portaba, la separó aproximadamente cinco metros del grupo de mujeres, la obligó a acostarse en el suelo...”.

 

Mientras esto sucedía “Tres Pelos”, “Galleta” y “Viruta” obligaron a las demás mujeres a sentarse en el suelo, cerca de unos matorrales, ellas les imploraban que no les hicieran daño y que no los denunciarían, pero no les prestaron atención, “...por lo cual una de las ofendidas les manifiesta que ella los conoce...”.

 

“...El imputado José Luis Monge Sandí, que permaneció en el lugar de los hechos en compañía de Arnoldo Mora y Álvaro Chinchilla, procedió a trasladar a las ofendidas donde se encontraban a pasar por un portillo de alambre para internarlas en la propiedad del señor Teodorico Retana, teniendo que caminar para ello 30 metros, dejando en ese trayecto una serie de objetos, tales como una cajetilla de cigarros a quince metros del portillo, además a un metro de éste una bolsa plástica 'Gallito' con desechos de papaya.

 

...Estando en la finca mencionada, ocultándose de esa manera de cualquier persona, agruparon a las ofendidas y aprovechando el estado de indefensión de estas procede el imputado José Luis Monge a violar sin poder determinar en qué orden a las menores...”.

 

Después de estos brutales actos las obligan a vestirse y cuando las tienen agrupadas proceden a dispararles, sin poder determinar el orden en que las hieren. “...Al empezar a disparar el grupo se disgrega, quedando la ofendida Marta Zamora y Karla Sandí a cinco metros de distancia de las demás (…) luego de darles muerte a las aquí ofendidas, procedieron a acomodarlas por cuanto los puntos de impacto de las balas no coinciden con la posición que tienen la mayoría de ellas...”.

 

 

VENDIERON ARMAs EN ¢30 MIL

 

 

La investigación y la sentencia señalan que ese mismo día Monge Sandí se presentó nuevamente a la casa de habitación de un hombre de apellidos Torres Solano en la entonces Ciudadela Nietos de Carazo y entregó la valija vinil azul con las dos armas que se habían llevado ese mismo día en horas de la mañana.

 

Mientras esto sucedía, María del Rosario Zamora Martínez y Cristina Salas Zamora, quienes estaban esperando a las ofendidas, al percatarse que se hacía tarde, sin que sus familiares hubiesen descendido de La Cruz de Alajuelita, procedieron a informar y pedir ayuda a la delegación de la Fuerza Pública, empezando en ese momento la búsqueda de las mujeres.

 

“...Ese mismo día, a las 7:30 p.m., el imputado Arnoldo Mora Portilla salió de su casa de habitación en la Ciudadela 15 de Setiembre. En ese barrio se encontró con Álvaro Chinchilla, quien le narró lo que había sucedido después de que él se retiró del lugar, manifestándole que habían asesinado a las mujeres con el arma que iban a probar, por lo cual tenían que deshacerse de las armas lo más rápido posible, encontrándose también ese día con Arnoldo Mora, quien también le manifestó a Mora Portilla que había que vender las armas al precio que fuera...”.

 

Tres días después, según los jueces que dictaron sentencia, Monge Sandí y Mora Portilla vendieron las armas en ¢30 mil y fueron a la casa donde las habían guardado para sacarlas.

 

Un día después Teodorico Retana, quien trabajaba en su finca en Granadilla de San Antonio, observó que el portillo de alambre estaba corrido, por lo cual se acercó a arreglarlo, encontró a las siete mujeres sin vida y en ese momento dio aviso a las autoridades.

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Viernes 19 Septiembre, 2014

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