Diario Extra - Fonseca manda esposa a abrirle puerta a policía

Gabriela Lépiz, esposa del exfutbolista Rolando Fonseca, fue levantada muy temprano por los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) a quienes les abrió la puerta de su lujosa vivienda para que ingresaran a realizar una diligencia.
La acción policial se llevó a cabo durante toda la mañana de ayer en el residencial Valle del Sol, ubicado en Pozos de Santa Ana, donde los judiciales irrumpieron en tres casas en busca de documentos vinculados con el préstamo de un avión privado vinculado al narcotráfico que le facilitaron a la presidenta Laura Chinchilla para un viaje a Perú.
La primera casa visitada por las autoridades fue la número 141, de un empresario mexicano de apellido Herrera quien es el presidente de una de las sociedades anónimas donde aparece el exgoleador nacional.
De manera simultánea la segunda vivienda fue la número 128, perteneciente a Fonseca, donde la policía judicial y de Control Fiscal decomisaron papelería al parecer relacionada con el trasladado de la mandataria.
Y la última “humilde casa” fue la del empresario colombiano Gabriel Morales Fallón que se ubica a 400 metros de la de Fonseca.
Bernan Salazar, abogado del empresario, manifestó que no hay nada extraño. “Mi cliente está en Costa Rica y estamos colaborando con las autoridades, es normal que se lleven a cabo los allanamientos, no me sorprende la acción judicial. No sé qué buscan y si encuentran algo lo explicaremos, pero no hay nada que ocultar”, explicó.
Además de los allanamientos, se decomisó del yate que estaba anclado en la Marina, Los Sueños, en Herradura.

EN YATE PARA DESPEJARSE

Algunos vecinos aseguraron que el exseleccionado nacional salía a relajarse a alta mar en compañía de su esposa y amigos, lo que no quiere decir que sea el dueño de la embarcación.
Érick Ramos, abogado de “Rolo” estuvo presente durante el operativo.
“Con mucha tranquilidad mi cliente ha colaborado con la justicia, se les dio libertad para que hicieran su trabajo, no hubo detención y por recomendación mía no puede hablar. Se llevaron papelería que le sirve a la fiscalía, Fonseca no es el propietario del yate, como se ha señalado”, recalcó.
“Rolo” salió a luz pública luego de que Francisco Chacón, exministro de Comunicación, manifestara que había estado en una reunión con el empresario colombiano Gabriel Morales, para que le facilitaran el jet a la presidenta Laura Chinchilla.
Rodrigo Araya, abogado del mexicano de apellido Herrera, aseguró que no existe ningún delito.
“Estamos tranquilos veremos de qué se trata, la policía hace su trabajo y no hay ningún inconveniente en que pueda revisar todo, tiene sus empresas legales, no hay ningún delito. Es una persona que está trabajando en el país y estamos a la espera de que lo citen para dar mayores detalles, es un empresario mexicano reconocido”, enfatizó. Hace ocho días, Fonseca fue a declarar al Ministerio Público en calidad de testigo por este caso, mientras que los agentes judiciales no descartan que otra funcionaria del gobierno lo haya utilizado para una postulación a un cargo internacional.

A COLOMBIA Y ESTADOS UNIDOS

Fuentes cercanas a la investigación mencionan que el jet matrícula N93CW salió del país con destino a Colombia y posteriormente a Estados Unidos donde permanece debido a que no puede tocar suelo tico.
Se presume que la aeronave realizó dos viajes con maletas cargadas de dinero distribuidos en compartimentos especiales y donde se desempeñó como centro de operaciones en Costa Rica y que estuvo a disposición, al parecer de Fallón.
Este hombre es investigado desde el 2003 junto a una empresa de vehículos que tenía, se presume es amigo cercano de un congresista colombiano.
En el año 2007 las autoridades brasileñas allanan varias propiedades a Chupete y con la información recopilada le caen a Fallón en Colombia en la venta de autos. Mientras que Fonseca era al parecer el que pagaba el alquiler en La Marina donde le daban mantenimiento.
El jet se guardaba en el hangar norte del aeropuerto Juan Santamaría donde era atendido por una sola persona quien se encargaba de recibir a los pasajeros, recoger maletas y hacer los trámites ante la administración del aeropuerto.