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Opinión

Editorial

En pocos días Costa Rica será la sede de la III Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, 33 jefes de Estado se reunirán en el país para discutir sobre el porvenir del continente americano.


La cita, que nos pone en la mira del mundo, es de interés de naciones europeas, instancias internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA) y por supuesto de Norteamérica, siendo Estados Unidos y Canadá los ausentes del foro.


En tiempo récord los encargados de las relaciones exteriores tuvieron que planificar un foro de grandes magnitudes, que requiere precisión, extrema seguridad y detalle, que la administración anterior ofreció al hemisferio pero que dejó al garete.


Sí, el nuevo gobierno adquirió la jarana sin siquiera tener el dinero para desarrollar semejante evento. Tal es el calibre de los actos que mientras aquí se gastan más de ¢2 mil millones (unos $4 millones), el país más modesto ha sido Cuba con $14 millones.


En palabras sencillas, durante la presidencia de doña Laura Chinchilla a nadie le importó la implicación presupuestaria de tal ofrecimiento y menos dejar previsto alguito para hacer frente a la III Cumbre de la Celac.


En buena hora el señor presidente Luis Guillermo Solís atendió tan magna responsabilidad y eligió al personal idóneo para la labor. Ya está casi todo listo, eso sí, el mandatario puso un tope de $5 millones y ni un peso más.


Tal vez esa fue la tarea titánica, pues la historia no cuenta de una cumbre tan monumental en la que se haya ahorrado bastante y a la vez cumplido con lo que demanda el protocolo diplomático.


No han faltado los criticones, ya salieron diciendo que los ¢4 millones que se pagaron por la mesa presidencial traída de Cuba eran un despilfarro, pero tampoco nadie les explicó que hacerla en Costa Rica valdría más de ¢25 millones, suma que supera el costo de la naviera.


La administración Solís bajo ninguna circunstancia podía negarse a organizar la cumbre, eso hubiese sido patético, y menos cuando la presidencia pro témpore nos correspondía.


Pero es importante mencionar que si bien no están de sobra los ¢2 mil millones y un pico, el país urge de ubicarse en la esfera mundial de manera digna.


Los ticos a veces somos muy cuadrados y no entendemos o no queremos comprender que habrá gastos e inversiones que no pueden posponerse, que cerrarles las puertas a 32 presidentes es un desprestigio rotundo.


La Celac dejará no solo ganancia diplomática y política, traerá una serie de beneficios para los empresarios nacionales y extranjeros radicados aquí.


La millonada que se destinó para tal fin quedó en manos de muchos, solo el ICE se dejó $1 millón (cerca de ¢550 millones), así también una empresaria nacional pudo vender las sillas ortopédicas que solo ella fabrica para el confort de los dignatarios.


Una empresa de banderas de capital nacional, contratación de meseros, chefs, más de 4.500 choferes y habitaciones de 14 hoteles para miles de invitados.


La cumbre no es solo una reunión de alto mando, es una oportunidad para que el país se proyecte y se visualice en el orbe, más cuando las acreditaciones de prensa llegan a 1.300 y faltan pocos días para que arranque el evento.


Cadenas del prestigio de ABC, CNN y Al-Yazira estarán en primera fila para informar de la cita presidencial de las Américas y los acuerdos que de ella se desprendan, arrancando por la lucha a la pobreza y el futuro de más de 600 millones de personas que viven en estas 33 naciones.


Los costarricenses debemos estar atentos porque es una oportunidad jamás pensada, pero hoy una realidad que pone a Costa Rica en sintonía con los exigencias de la globalización.


El canciller Manuel González lo dijo claramente en una cita con este medio informativo, el continente se unió y trabaja en bloque para buscar acuerdos comunes, pero también para hacerse escuchar en un mundo que solo negocia entre poderosos y que por años invisibilizó a América.


Hoy el escenario es otro, los grandes continentes saben que los latinoamericanos y caribeños tenemos mucho que ofrecerles y no pueden aislarnos, pero también en esta región del planeta la pobreza, el crimen organizado, el narcotráfico y la migración son temas que urge resolver.

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Martes 20 Enero, 2015

HORA: 12:00 AM

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