Un cortocircuito y los fuertes vientos que azotan al país se unieron para provocar un voraz incendio que dejó sin casa a un total de 68 personas, entre ellas 20 menores, en la comunidad de Bajos del Virilla, Heredia.
“Las fuertes ráfagas de viento aceleraron la propagación del fuego hacia otras viviendas, sin embargo la rápida acción de los apagaincendios impidió que el fuego se extendiera a otras estructuras amenazadas”, informaron los bomberos en un comunicado.
El Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) anunció que destinará ¢50 millones para ayudar a las familias afectadas. El personal de la oficina regional de esa provincia atendió a cada una de las 18 cuyas residencias sufrieron daños, a quienes se les brindará un subsidio para alquiler y compra de enseres básicos.
DESPERTAR CON FUEGO
El siniestro y los gritos desesperados de los vecinos despertaron a los habitantes del humilde caserío en las primeras horas de la mañana, en medio del humo y el fuego apenas lograron sacar algunas de sus pertenencias.
Víctor Rodríguez, de la Cruz Roja de Heredia, comentó que atendieron a más de 20 personas, la mayoría por ataques de ansiedad, sin embargo un hombre debió ser trasladado al Ebais de la comunidad con cortaduras en los brazos, ya que rompió uno de los vidrios de la ventana de su casa para sacar a su familia.
“La mayoría de los afectados estaban muy nerviosos y a algunos se les subió la presión. Gracias a Dios no hubo víctimas que lamentar”, agregó Rodríguez.
Alex Quirós, de los bomberos de Pavas, explicó que en total se atendió un área de 1.845 metros cuadrados, de los cuales 645 resultaron afectados.
Se trata de un total de 2 viviendas y 6 cuarterías construidas de madera y concreto (construcción mixta) destruidas por completo por el fuego.
“Son viviendas unifamiliares pero se subdividen internamente y hay hasta tres familias en una vivienda de 70 metros cuadrados. Hay materiales de madera antigua e instalaciones eléctricas deficientes”, expresó Quirós.