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Opinión

Editorial

Definitivamente el decir popular que a veces “calladito es más bonito” tiene fundamento, sobre todo cuando lo que pretende comunicarse no aporta nada.


Esto fue lo que pasó con la expresión “Que asco de país” de la diputada del Frente Amplio Ligia Fallas. Misma que para ser sinceros es desatinada, irrespetuosa e irresponsable y más si se trata de una funcionaria elegida popularmente para honrar a su Patria.


El comentario lo hizo la señora refiriéndose a los permisos que dio Setena para la empresa APM Terminals que construirá la nueva terminal de contenedores de Moín, Limón, parece que eso le causó bastante malestar, tanto que la emprendió con el pueblo que la vio nacer, con la tierra que la acoge cada día y con ello aludió a todos los que acá estamos parados con satisfacción o resignación, pues de todo hay en la viña del Señor.


Sí, tal vez doña Ligia, usted no esté, ni tenga que estar de acuerdo con el proyecto, con los trámites, con la simple idea de modernizar los puertos, pero eso es una cosa y otra es insultar al país, y menos en una red social.


Si bien la actividad del legislador es poco valorada por los ciudadanos, les tildan de vagos, corruptos y demás, lo cierto es que allí en las curules están sentados hombres y mujeres que llegaron porque prometieron un cambio, esperanzados en un mejor futuro para todos. Con esas palabras poco se logra.


Es triste ver cómo una mujer con su profesionalismo, que estamos seguros el Frente Amplio escogió para engrosar sus filas por su calidad humana e inteligencia, se deja decir semejante cosa, sin valor, sin contenido, sin fundamentos.


Si este país da asco, pues qué pesar, porque de seguro lo incorrecto no se corregirá con solo abrir la boca, insultar y berrear. Necesitamos gente proactiva y comprometida, que sepa cuándo y cómo expresarse, con madurez, no con el hígado.


Tal vez usted está enojada, es su derecho. Puede que su partido y su persona no crean en esa idea, pero criticando de esa forma poco se avanza. Es mejor construir que destruir, eso lo enseñan en la escuela.


De hecho su papel como diputada no es estar en una red social vociferando, su labor es promover al país, buscar alternativas, gestar cambios.


Bien lo dice el dicho, ahí en la Asamblea Legislativa a veces hay mucho ring ring y nada de helados. Este es un claro ejemplo, ¿qué está haciendo desde su silla para cambiar lo que sucede?, y a todos nos incomoda, pues criticar por criticar no es productivo.


Los costarricenses poco ganamos con esas frases soeces, desinteresadas, destructivas. Rico hubiera sido conocer sus razones o las de su partido sobre ese permiso, sobre las gestiones hechas por ustedes en el proyecto para el beneficio de las y los limonenses y de Costa Rica en pleno.


Cierto es que el papel aguanta lo que le pongan, pero hoy esa realidad se ha extendido al Internet, donde sin ningún reparo la gente se deja decir cosas sin sentido. Cuidado, todo el mundo lo ve, lo analiza, lo critica.


Creo que en medio de esta situación los ticos la vamos a conocer, pues antes poco se sabía de usted.


Sería bueno que en medio de este disgusto, pudiera presentarse a sus electores y diera un resumen de lo que desde el plenario está haciendo para que este país deje de ser un asco, como dijo.


Los puestos de elección popular tienen un claro objetivo, “por el pueblo, para el pueblo y con el pueblo”. No es ir y sentarse cada tarde a votar proyectos que además, de todos es sabido, los diputados no estudian, sino sus asesores.


Ser diputado o diputada no es tener licencia para despotricar, es saber llevar sobre las espaldas la responsabilidad de un futuro, un compromiso. Legislar es una tarea de prestigio, no haga que el rating de popularidad caiga más, pues muy bien no están en imagen.


De seguro usted comprenderá que ese comentario va a requerir de una fe de erratas, los ticos esperamos una disculpa, ya que este país no da asco.


Sí, hay que variar mil y una situaciones, hay que corregir errores, ponerse las botas y empezar a trabajar por una nación mejor, pero también amerita reconocer las virtudes y de esas tenemos mucho, pues de lo contrario un aterro habría tomado un avión y se habría largado para hacer una Costa Rica de sueño, de ficción.


Todos los países del mundo están compitiendo con la deslealtad, la deshonestidad, batallan contra la hipocresía y sobre todo con la politiquería que tanto daño le hace al progreso y al desarrollo.


Entonces, doña Ligia, no sé si usted quiere seguir viviendo en un país de asco o se une a los que realmente vamos a hacer algo por surgir con dignidad y respeto.


Costa Rica no da asco, jamás, tener paz, respirar libertad, caminar con tranquilidad, ver el celeste del cielo y la sonrisa de los niños y niñas no tiene precio, este es un país privilegiado y en medio de tanta adversidad los ticos lo reconocemos.


Asco da lo que hacen los corruptos, los indeseables, los que con poder manejan, manipulan la marioneta en favor de sus intereses. Eso sí es repugnante.

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Viernes 19 Diciembre, 2014

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