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Sucesos

Acusan ingeniero de violar madre y abusar de su hija

DIARIO EXTRA habló con la supuesta víctima de violación frente a su abogado

Una madre y su hija denunciaron ante la Fiscalía de Desamparados a un ingeniero civil de la Municipalidad de Alajuelita luego de que al parecer fueran víctimas de violación y abuso sexual, respectivamente, mientras el funcionario de apellido Cambronero estaba en su casa, ubicada en Fátima de Desamparados.

El acusado permanece en libertad, por lo que la ofendida, apellidada Calderón, quiere cárcel para él, por lo que recibió a DIARIO EXTRA y narró las atrocidades que cometió contra ella y la menor de sus 4 hijos. 

La pesadilla para estas dos mujeres empezó el 29 de agosto del 2013, cuando el acusado, quien es conocido de la víctima desde hace 20 años y a quien consideraba su amigo, le solicitó que le ayudara a limpiar su casa. Aún llorando, algo temblorosa y con un vaso de agua, Calderón empieza lo que considera su calvario. 

“Tuve que dejar de trabajar por una enfermedad de una de mis hijas, empecé a jalar estudiantes en mi carro, me puse a limpiar viviendas y a vender productos de belleza. Se dio cuenta de mi necesidad y me dijo que llegara a su casa, era la tercera vez que iba a trabajar ahí, me llamó y me dijo que tenía mucho desorden, siempre que fui llevaba a una de mis hijas para que no pensara que andaba buscando otra cosa”, explicó.

 

Calderón acompañada de su abogado defensor Joseph Rivera continúa su dramático relato, que jamás olvidará.  “Ese día fui con mi pequeña como a las 11:30 a.m., llegué en mi carro, me abrió el portón, entramos y empezamos a hablar. Me dijo que estaba incapacitado, en el desayunador tenía varias pastillas, entre ellas clonazepam. Doblé ropa, lavé el baño, arreglé la cocina y barrí, mi hija siempre estaba a mi lado, como a las 3 p.m. me ofreció una gaseosa, estaba nueva y tenía dos vasos listos, nos sirvió la bebida”, recordó.

 

Esta mujer hace una pausa, pide una servilleta para secarse las lágrimas, toma un trago de agua y sigue. 

 

“Me tomé un trago y me daban mareos, me agarró del brazo y del desayunador donde estábamos me llevó a la cama, donde me sentó, me sentía muy mal, fue y me trajo un coctel de frutas, pensé que era debilidad porque no había almorzado.

 

Cuando iba por la tercera cucharada me supo muy amargo y me dieron ganas de vomitar, me llevó al baño de su cuarto, empecé a botar las frutas y se paró a mi lado”, narró.

 

LA DROGA Y LA ALZA

 

El dolor le gana y dice que siente un nudo en la garganta, mientras su abogado le frota la espalda a la espera de la llegada de su familiar. 

 

“Recuerdo que me alzó, me llevó a la cama y no supe nada más hasta que desperté hora y media después, y estaba sentada. Casi a las 5 p.m. salí de esa casa, estaba con ropa, no sabía qué había pasado, estaba desorientada. Me dijo que me tenía que ir, pero no me podía mover, me llevó al carro, no podía acordarme de mi hija, me iba a dar ¢10 mil por el trabajo”, agregó.

 

Tiembla y ofrece disculpas por seguir llorando.

 

“Salí muy drogada, llegué a la casa del papá de mi hija, se asoma, me saluda y me pregunta qué me pasa, mete la cabeza en el carro, ve a la bebé, se la deja y me devolví. Cuando iba de camino choqué, no supe frenar, la afectada se bajó brava, me dijo de todo, llamaron a mi expareja y luego me fui a mi casa temblando, mis hijos me preguntaban qué había pasado”, dijo. Una familiar de la víctima se aproxima y le ofrece almuerzo, con la clara intención de calmar su estado, pero ella dice que no. 

 

“Me llevaron a la Clínica Marcial Fallas y me remitieron al Calderón Guardia, no podía estar de pie, ahí me hicieron pruebas de orina y salí con clonazepam, me mandaron para la casa. Al día siguiente me levanté y chocaba con las paredes, pasé con la lengua adormecía y mareada. Luego fui a la fiscalía a interponer la denuncia y pasaba llamándome, una vez le contesté y me dijo que quería saber cómo estaba”, relató.

 

RELATO ATERRADOR

 

La víctima asegura sentirse mejor, pese a que tiene los ojos inundados en lágrimas.

 

“Pasé 22 días preguntándome qué me había hecho, un día salí con un paño, estaba mi hija y me dice: 'Mamita, Cambronero le quitó toda la ropa'. Acostada en la cama me mordió los pechos, me besó la vagina, me puso el pene en la vagina y en la boca. En la inocencia de ella me dijo que se había orinado en mi cara, ahí me di cuenta lo que había hecho. Al día siguiente me fui para la fiscalía e hice ampliación de denuncia”, aseguró.

 

Pese a la relativa calma, su defensor hace alguna manifestación. 

 

“Pasaron otros 22 días para que mi bebé me contara lo que le hizo, le pidió que se quitara la ropa y ella no quería, que le daba vergüenza, y le pegó, por las nalguitas le dio. Se quitó la ropa, la sentó encima mío y le besó la vagina, le mordió los pechitos y le dijo que abriera la boca, pensó que le iba a dar comidita porque tenía hambre y le puso el pene en la boca y en mi cara también se orinó”, añadió. Nuevamente la allegada ofrece almuerzo, esta vez al equipo periodístico. 

 

“Nuevamente fui e hice ampliación de denuncia y conté lo que la chiquita me dijo. Me la citaron para que declarara, primero contó lo que me pasó a mí y después lo que vivió ella. No hubo penetración, no se determinó si hubo saliva u otros fluidos porque habían pasado muchos días. 

 

Me la remitieron a Psicología Forense, desde ahí todos los días lloro, mi hija se despierta y me dice que no quiere que nazcan más hombres”, indicó.

 

“TENGO MIEDO”

 

Calderón asegura que se siente defraudada del Ministerio Público.

 

“No he sentido el apoyo de la fiscalía, me han cambiado tres veces el fiscal en el proceso de investigación y para las dos audiencias que he tenido me mandaron a la última de apellido Monge, que me preguntó si estaba de acuerdo en un proceso abreviado. 

 

Que lo mejor era aceptarlo, no sabía qué hacer porque en todo momento lo que quiero es cárcel. No estuve presente en una audiencia, me dijeron que no había pruebas suficientes porque no me había visto un médico”, recalcó.

 

Esta mujer dice sentir miedo cada vez que se topa a Cambronero. 

 

“En una audiencia me lo topé, él estaba con su abogado y la fiscal no estaba, el debate empezó. No entiendo cómo está libre, nunca me dijeron nada, en todo el proceso he sido yo quien tenía que ver dónde buscaba ayuda. Mi hija empezó con muchos miedos y a decirme que si me dormía ese hombre llegaba, por lo que empezaron a medicarla y en terapias”, comentó.

 

Agradeciendo la presencia de El Periódico de Más Venta en Costa Rica, Calderón espera que se haga justicia. “La fiscal nunca me solicitó la constancia de nacimiento de mi bebé y parece que eso es muy importante para determinar la edad, no consta en el expediente que el imputado no tenía antecedentes, el juez rechazó el abreviado.

 

Cuando el juez me dijo eso pensé que todo estaba mal, había mucho desinterés de su parte, ella me dijo: 'No tengo interés en este proceso, en la oficina tenemos muchos expedientes'. Además agregó que la pena era muy baja”, afirmó.

 

Calderón solo quiere prisión para el ingeniero y dice que le echó a perder la vida a su inocente hija. 

 

“No importa el tiempo, quiero cárcel para este sujeto, le aseguré que iba a buscar ayuda, nunca voy a ser igual, siempre los cuide de un abuso y que me pasara con mi hija menor y conmigo me siento culpable. Se me queda viendo, me siento amenazada, me provoca echarle el carro encima, sigue trabajando para la Municipalidad de Alajuelita”, agregó.

 

FISCAL NO AYUDÓ

 

Joseph Rivera manifestó que la versión de la menor es una prueba suficiente.

 

“Me extraña mucho que el Ministerio Público en una forma tonta diga que eso no es prueba suficiente para presentar una acusación y que pueda existir un delito. Cuando hay penetración la condena va de 7 a 15 años de prisión y no puede decir que la pena va a ser 2 años, aunque diga que es primario; hay una menor, donde no se puede conciliar”, sentenció.

 

Rivera agregó que el Ministerio Público no apoyó a la víctima. “La fiscal está favoreciendo al imputado y el Ministerio Público tiene que ser objetivo y apoyar a la víctima por completo. El ofendido lleva un abogado particular, lo que quiere decir que tiene recursos para contratar. 

 

Los médicos aseguran que no existe una memoria implantada, sin embargo se logró demostrar que existe un abuso, se rechazó el proceso abreviado y estamos esperando la fecha del juicio”, acotó.

 

Trascendió que algunos privados de libertad coinciden en que Cambronero violentó el código de ética y que ese tipo de delitos es severamente castigado.

 

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CRÉDITOS: Foto: Isaac Villalta

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Martes 25 Noviembre, 2014

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