Habilidades especiales en el mercado laboral

Es común escuchar a personar decir que la integración de un miembro de la familia que posea alguna discapacidad cognitiva te vuelve una familia especial, situación que no está lejos de la realidad, ya que dicha integración hace de tu vida una experiencia agradable, donde el amor, la paciencia y la búsqueda porque este ser salga adelante se vuelve tu prioridad.

Día con día se lucha para que esa personita que le ha dado un nuevo sentido a tu vida pueda desarrollarse de la forma más cotidiana posible, donde brindarle una educación digna, seguridad y personalidad son los esfuerzos continuos que se hacen para que se enfrente a una sociedad que conforme “avanza” va creando una serie de estereotipos, que limitan a todo aquel que no “se ajuste” al modelo standart.

Estereotipos que son reflejo en el mercado laboral por el grado de subjetividad que este maneja, como exteriorizar a un grupo de trabajadores/as a partir de una característica peculiar, por ejemplo, su edad, etnia, alguna condición física o mental. Siendo esto un factor limitante para las personas con discapacidad, a las cuales hasta hace pocas décadas se les consideraba en una condición de minusválidos (Decreto 8.445 de 1978), donde no se les permitía el acceso a la fuerza de trabajo y se les consideraba dentro de la categoría de Población Económicamente Inactiva.

Sin embargo, conforme pasan los años muchos grupos luchan porque las personas con discapacidades cognitivas se inserten al mercado laboral, pero la respuesta no es alentadora, ya que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en la actualidad solo aproximadamente el 20% de la población con alguna discapacidad se puede incorporar al mercado laboral pero estos generalmente a puestos de trabajo con niveles de salarios bajos, lo que genera un entorno más vulnerable para optar por adecuados niveles de vida para el sector.

Lo anterior realmente evidencia una sociedad egoísta y cerrada a un modelo de desarrollo donde la productividad y maximización de recursos es la prioridad, sin importar quién quede dentro y fuera de él. Si bien una persona con discapacidades cognitivas lleva un proceso un poco más lento, sí posee todas las habilidades y herramientas para enfrentarse exitosamente al mercado laboral, además que les enseñará a quienes los rodeen su gran capacidad de dar amor y esa especialidad que solo ellos/as pueden dar.

Tenemos un país que debe y tiene el reto de trabajar sobre este tema, mejorar la calidad de vida de quienes más son excluidos, lo cual debe ser una prioridad, hacer que esa persona que tanto amo logre realizar su vida en todos los ámbitos, incluido el laboral, sin duda será mi mayor felicidad, situación que sé que es el sueño de un montón de familias que tenemos la gran bendición de tener un niño/a no especial sino megaespecial.

*Economista

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Jueves 30 Octubre, 2014

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Lic. Yendry Sánchez* / [email protected]