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Opinión

Delincuencia penal juvenil: ¿victimarios o víctimas?

Para Max Weber, la característica principal que define al Estado moderno es detentar el monopolio legítimo de la violencia, entendida esta no solo como violencia física sino como el poder para hacer obligatorias sus disposiciones a través de las leyes.


La doctrina jurídica define lo anterior como poder de imperio.


En sociología se conoce como violencia de Estado, es decir, un mecanismo de dominación ejercido contra sectores vulnerables de la población.


Un sector especialmente vulnerabilizado por la acción o inacción del Estado a través de sus mecanismos de dominación, de los cuales dispone legítimamente, son las personas jóvenes, aquellas que tienen entre 12 y 35 años de edad.


Una de las más complejas manifestaciones de esa vulnerabilización es la delincuencia penal juvenil.


La incidencia de situaciones delictivas realizadas por miembros de ese grupo etario puede reflejar una consecuencia y una causa de la violencia del Estado: la privación de libertad en cumplimiento de las leyes penales como consecuencia y la vulnerabilización en el acceso a las oportunidades como causa.


Sobre lo primero encontramos que para inicios del presente año se encontraban 152 jóvenes en el Centro de Formación Juvenil Zurquí, en cumplimiento de una sentencia de internamiento en un centro especializado.


A lo anterior deben sumarse las sentencias que brindan libertad asistida o régimen de confianza.


No obstante, la cantidad de procesos judiciales iniciados contra personas jóvenes es mayor a la población del Zurquí, pues las fiscalías penales juveniles del país tramitaron 13.216 casos en todo el país durante el año 2010.


Esta considerable diferencia entre la población privada de libertad y los procesos judiciales tramitados puede estar relacionada, entre otros factores, al 80% de casos dictaminados con sobreseimiento.


Sobre lo segundo existe heterogeneidad y diferenciación en las oportunidades que pueden tener las 1.763.077 personas jóvenes que viven en Costa Rica. Según la Segunda Encuesta Nacional de Juventudes del año 2013, tiene condiciones particularmente vulnerables el sector de esa población que es migrante (8%), vive en zona rural (30%), no tiene al menos secundaria completa (63,5%), no cuenta con seguro social (19,4%), se encuentra desempleada (21%) y habita en comunidades urbano-marginales, entre otros factores.


Enfoque de derechos. La Convención Iberoamericana de Derechos de las Personas Jóvenes y la Ley General de la Persona Joven referencian el incumplimiento de diversos derechos de esta población, manifestando así la violencia del Estado sobre las personas jóvenes.


Junto a otras problemáticas estructurales como la pobreza del 20% de población y la ampliación de la brecha de desigualdad se vislumbra un entorno hostil para su desarrollo personal y colectivo.


En suma, la delincuencia penal juvenil constituye a la persona en victimaria, siendo a la vez víctima de la acción o inacción estatal.

 

*Sociólogo

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Viernes 24 Octubre, 2014

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Por: Adrián Portuguez Guzmán* / [email protected]

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