Para José Rodolfo Ibarra, expresidente del Colegio de Periodistas (Colper), al jefe de prensa de Casa Presidencial, Boris Ramírez, le sería prácticamente imposible controlar a los 400 profesionales en comunicación que trabajan con el gobierno.
Ibarra se refirió a la directriz DC-BR-103-2014, girada por la Dirección de Comunicación de Casa Presidencial para regular las acciones de comunicación del Poder Ejecutivo.
“Les pregunté a ellos sobre cuál sería el alcance y aseguraron que es más de control y trámite que de censura. Yo les dije que ellos tienen todo el derecho a organizarse para hacer un esfuerzo informativo que les permita tener control en una sola línea de pensamiento en su estructura informativa.
Aparte de eso, controlar los contenidos es muy peligroso. Yo creo que una cosa es organizarse y otra muy diferente controlar contenidos”, comentó Ibarra.
“Me aseguraron que ellos no lo van a hacer. Imagínese que son 400 los funcionarios que tienen que ver con la comunicación en los diferentes ministerios e instituciones. Sería prácticamente imposible controlarlos.
Yo esperaría, y confío en que así sea, pues de lo contrario sería muy negativo para la imagen como para la libertad de expresión, que se controlen los contenidos”, agregó el comunicador.
“Como periodista, y pensando más en los profesionales que están en la instituciones, yo esperaría que se les permita un ejercicio libre del periodismo, pues ellos son lo suficiente profesionales para saber qué se pone en un comunicado”, concluyó.
“Me parece que fue un error si la idea era coordinar y mejorar la comunicación, fue un problema poner en la directriz las palabras 'revisión previa' porque eso da la impresión que se quiere ver qué se autoriza y qué no. Eso suena mucho a censura previa.
En nuestro país eso no va porque hay una gran libertad de prensa donde la gente opina e informa con transparencia y si hay algún tipo de efecto posterior, pues está la sanción correspondiente. Eso está muy amarrado con todo lo que tiene que ver con el artículo 13 del Pacto de San José”, comentó Raúl Silesky, expresidente del Colper.
Para Silesky usar esas palabras da la impresión que se quiere revisar antes de aprobar lo que las instituciones puedan informar a los periodistas y al pueblo en general.
Agregó que esa cuestión de no poder decir nada si no tiene el visto bueno de alguien plantea una figura muy peligrosa en una democracia, pues es como que alguien está controlando, como un gran censor de lo que puede decir y cuándo.
“Eso era mejor hablarlo, conversarlo para que la Casa Presidencial esté enterada de lo que están haciendo los ministerios. Es un asunto de coordinación, no de comunicación, y no establecer las limitaciones.
La Dirección de Comunicación de Casa Presidencial es una oficina de prensa como las otras del gobierno, no hay ningún tipo de subordinación entre esta y las de los ministerios y demás instituciones del Estado”, concluyo Silesky.
