Para el canciller Manuel González, Costa Rica tiene el mérito explícito para ser miembro del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU), por su trayectoria prácticamente intachable.
Aunque asegura que no somos “inmaculados”, lo cierto es que el país se ha ganado ese reconocimiento.
Para el funcionario uno de los elementos que tuvo mayor peso fue que la candidatura se produjo muy tarde. Dejó claro que fue en la administración de la expresidenta Laura Chinchilla Miranda cuando se tomó la decisión de presentarla hasta finales del 2013.
“Lamentablemente Costa Rica lanzó esta candidatura un poco tarde, a finales del año pasado (…) Hay una lección que aprender, en el sentido de que las candidaturas hay que manejarlas con mucha estrategia y anticipación”, enfatizó González.
Especificó que la nueva administración logró que en cuestión de cinco meses se gestará el apoyo de 100 países, cuando a enero del 2014 a nuestro territorio solo lo apoyaban 20 países.
El Salvador, Bolivia y Paraguay serán a partir del 1 de enero miembros del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), tras recibir el respaldo de la Asamblea General.
Los tres países ocuparán por tres años los puestos que dejarán a finales de año Costa Rica, Chile y Perú dentro de este organismo, en el que el Grupo de Latinoamérica y el Caribe cuenta con 8 asientos de un total de 47.
Junto a los miembros elegidos ayer, continuarán representando a la región Argentina, Brasil y Venezuela, cuyo mandato expira el próximo año, y Cuba y México, que tienen sus puestos hasta 2016.
¿CONSECUENCIAS?
El Canciller también indicó que uno de los aspectos que afectaron a los ticos fue que sus competidores no habían sido reelectos y menos de forma consecutiva como iba a ser el caso de nuestro país. Sumado a que se dividió el apoyo por participar otra nación centroamericana.
Tiquicia competía frente a Bolivia, El Salvador y Paraguay, justo estos dos últimos resultaron electos. El país ocupa mínimo el apoyo de 129 de los países miembros.
“No fue lo suficiente pero no nos sentimos desairados porque el trabajo se va a continuar haciendo”, sostuvo González.
El funcionario resaltó que Costa Rica no tendrá voto dentro del Consejo pero sí voz.
“Vamos al Consejo para hacer un aporte con el fin de avanzar en el reconocimiento a los derechos humanos. Otros países van para bloquear ese avance, esas propuestas; hacen una labor de contención, desde ese punto de vista consideramos importante estar”, enfatizó el Canciller.
