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Opinión

Editorial

Los errores para no decir horrores en los cuales ha incurrido el actual gobierno, ante la falta grave de estrategias de comunicación, lo llevaron de forma intempestiva a firmar una directriz que a todas luces atenta contra la prensa nacional en puestos institucionales y contra los ciudadanos y su derecho de estar debidamente informados. Además es una forma descarada de manipulación y censura previa.


Dicha directriz DC-BR-103-2014, que salió de la misma Presidencia de la República y fuera gestionada por el Director de Comunicación en Zapote, busca de manera intromisoria determinar lo que debe o no informar un jerarca.


Con ello está pasando por encima no solo a la autoridad de ministros, presidentes ejecutivos y directores de entes autónomos y centralizados, sino que además comete un atropello claro a la labor de informar de los periodistas contratados por el mismo Estado para realizar gestiones de comunicación con total profesionalismo.
Definitivamente el hilo se rompe por lo más delgado y como dice el dicho “al perro flaco se le pegan las pulgas”, pues las debilidades en el tema de la comunicación del gobierno Solís Rivera no son responsabilidad de los periodistas, como se está haciendo ver de alguna forma, sino del desorden y la falta de lineamientos claros que los medios han advertido desde que comenzó esta administración.


Para ser sinceros, en Casa Presidencial pareciera que han puesto un tapabocas a los jerarcas, pues vemos un Ministro de la Presidencia sin proyección alguna, sin destrezas para hablar, un Director de Comunicación que ni siquiera es el vocero oficial y solo a un Presidente sacando la cara por los problemas de los mentados asesores.


Ni qué decir de un Vicepresidente que tuvo literalmente que agachar las orejas cuando DIARIO EXTRA publicó que se firmó una directriz que avalaba las negociaciones con los grandes evasores. Ahí don Helio Fallas guardó silencio ante la inoperancia de los periodistas del Presidente, quedando en completo ridículo apenas a unos días de tomar su puesto.


O bien don Carlos Obregón, que hace 15 días explicó con lujo de detalles el aumento de la electricidad y ante las carencias del equipo de trabajo de Presidencia, don Luis Guillermo se salió por la tangente y dio datos erróneos de un tema trascendental para el país.


O cuando ese mismo buró de Prensa decidió arbitrariamente no convocar a los medios a una reunión importante entre el grupo de gobierno y los diputados en el ICE, aduciendo que era casi secreta y a la cual le restaron importancia.


Serán estos mismos señores los que gracias a la directriz decidirán qué información se da a conocer, cuál deberá ser la ruta de las campañas publicitarias y más que eso, manejarán el contenido de los comunicados de prensa institucionales.


Peor aún, un Director de Comunicación le falta al respeto a los colegas aduciendo que les dará talleres de titulación, como si hoy su experiencia como docente le fuera suficiente para empoderarse y someter a profesionales que dirigen oficinas estatales.


Faltaba más, que esto sea un ensayo entre un profesor universitario y estudiantes.


Los ministros y demás jerarcas han hecho lo propio por cumplir con la obligación de rendir cuentas claras, como el jefe mayor lo ha pedido desde que comenzó la travesía del gobierno PAC, y no son sino los elegidos como asesores en comunicación quienes están metiendo las de andar.


No es posible que tengan el tupé desde la Presidencia de intervenir en las funciones de los profesionales debidamente contratados por el Servicio Civil en muchos de los casos, si estos poseen los atestados que el propio Estado ha solicitado y peor aún, una gran parte lleva años al frente de oficinas de prensa y comunicación conociendo al dedillo el teje y maneje institucional, situación contraria a los de turno en Presidencia.


Si esto no es un intento por centralizar y controlar la información, por favor que nos digan cómo llamarlo, pues es evidente que representa un abuso y una violación, si quiere verse, a la libertad de prensa y expresión, que altera el derecho de las y los ciudadanos de estar informados.


Según esta nueva directriz, será desde Casa Presidencial de donde saldrán los enfoques de las informaciones que emanen de los ministerios, así como todas las acciones de comunicación entre las que se determinará quién es el vocero para cada tema. Esto quiere decir que los medios informativos tendrán que hacer fila para que sus consultas sean aprobadas por personas que no conocen las necesidades en los tiempos de respuesta por su carencia de no haber trabajado en una sala de redacción.


¿Será acaso que apenas nos daremos cuenta de lo bueno de la administración?; ningún ministro o jerarca podrá estar nunca en contra de algún criterio de la Presidencia.


¿Cómo es que el Colegio de Periodistas no ha emitido criterio respecto al tema?, sus agremiados requieren respuestas urgentes y más si tomamos en cuenta que quienes ejercen en puestos públicos deben sí o sí estar colegiados sin excepción. Ojalá levanten la bandera de la defensa y con ello exijan respeto por parte de los asesores presidenciales, quienes parece están metiendo de más las narices en el queque.

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Miércoles 22 Octubre, 2014

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