Indefensión general

La sociedad costarricense se halla indefensa ante los graves hechos que la afectan. Algunos diputados han elevado su voz, pero el daño se sigue haciendo.
El paralelismo con el robo de tarjetas de créditos o la violación de la seguridad de las cuentas es innegable. El gobierno (en general) nos está endeudando a todos, sin nuestro consentimiento.

Las universidades públicas (los que se benefician con sus presupuestos) ven aumentados sus ingresos en más de 59 mil millones de colones, mientras que el resto de la población debe enfrentar una amenaza fiscal, una postración de la economía y un exceso de endeudamiento público.

Un presupuesto exagerado que además es deficitario en un 19% (aproximadamente un 6,6% del PIB) es una pésima señal. Es como si nos hubieran asaltado a todos.
La deuda pública ya asciende a más del 55% del PIB… y creciendo.

La Constitución Política ha sido reiteradamente irrespetada.

El artículo 176 preceptúa que los gastos presupuestos no deben exceder los ingresos probables pero… parece que las autoridades públicas no conocen la Constitución.
En el discurso de los 100 días el Presidente ponía como ejemplo de corrupción la frecuencia con que las autoridades irrespetaban la Constitución. ¡Dime de qué presumes…!

El diputado Solís ha intentado rebajar los gastos pero el propio oficialismo se ha colusionado para cambiar asientos, nombrar hijos y recordar todas las mañas criticadas a fin de bloquear cualquier intento de racionalidad. El PUSC insiste en bajar el presupuesto pero en subcomisión votó contra el rebajo. Hay otros partidos que están presentando mociones de rebaja, pero han sido amenazados y vilipendiados por los beneficiados con el irresponsable gasto público.

La justicia constitucional, desde hace mucho rato, también ha dejado de lado el principio del equilibrio presupuestario. Más bien el Poder Judicial se ha hecho gato bravo con su elevado presupuesto y no admite rebaja.

Las clasificadoras de riesgo han detectado el mal manejo de la economía pública y han empezado a emitir sus calificaciones. Los efectos se sentirán pronto. Los espadachines del Ejecutivo pretenden confundir a la opinión pública con el único cuento que saben: ¡hay que elevar los ingresos del fisco! No han tenido empacho en afirmar que la reforma al impuesto de ventas no es un nuevo impuesto (falacia) y evadir su responsabilidad.

Es un abuso contra un pueblo indefenso, que pronto pagará las graves consecuencias.

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Martes 07 Octubre, 2014

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Por: Federico Malavassi