Con total desesperación una herediana recurrió a encadenarse a las verjas de Casa Presidencial, e incluso amenazó con que no le temblaba el pulso para prenderse fuego, con tal de que el presidente Luis Guillermo Solís le prestara atención.
Se trata de doña Irene Rodríguez, una mujer de 42 años quien experimenta una discapacidad visual, y para obtener ingresos trabaja como cuida carros.
Pero el dinero que llega a su hogar es tan insuficiente, que no pude pagar los servicios básicos como el agua y la luz. La asfixia es tal que ruega porque el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) le resuelva su solicitud de subsidio, y que el Presidente le ayude a tener su propia casa.
Con carteles a su espalda, en los que hacía eco a las peticiones de auxilio, sentada en la acera, con sus manos encadenadas, y con la sombra de la amenaza de calcinarse así se mantuvo toda la mañana de jueves doña Irene.
ATENCIÓN MÉDICA
Cerca del mediodía, el viceministro de la Presidencia se encargó de recibir a Rodríguez, y darle atención a sus peticiones.
Stephanie González, jefa de prensa, explicó que la mujer incluso necesitó auxilio médico, pues estaba totalmente descompensada.
Enfatizó que se determinó que Rodríguez ya cuenta con una pensión del régimen no contributivo, y su hija recibe una beca para estudiar, pero se verificó que sí califica para recibir el apoyo del IMAS, por lo que a cargo de la viceministra de la Presidencia, Ana Gabriela Zúñiga se coordinaron los trámites para que le sea otorgada.
Eso sí quiso ser enfática en que no hay justificación para que ningún tico se vea expuesto a una medida extrema de este nivel, como encadenarse, pues el gobierno está abierto a escuchar las necesidades.
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CRÉDITOS: Gráfico: German Meza
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Viernes 12 Septiembre, 2014
HORA: 12:00 AM