Editorial
Don Luis, si de algo usted puede estar seguro es que todos los habitantes de este país, nacionales o no, quisimos escuchar su informe de labores de 100 días.
Tal vez le parezca extraña tanta curiosidad, pero la verdad hubo gran expectativa sobre sus palabras y más cuando 1,3 millones de votantes le dijeron sí a su propuesta de cambio.
No era para menos, su discurso de seguro fue con palomitas y refresco, con la emoción de quien desea ver la película del momento. Este es un retrato de nuestra realidad, con un guión escrito por su propia mano y con actores de carne y hueso que somos los costarricenses.
Así de inquietante fue aquel momento. Mientras el Melico Salazar estaba casi lleno, las salas de las casas fueron escenario y los teles de algunas oficinas estuvieron encendidos desde antes de las 7 para escucharlo hablar del momento real que atraviesa este país.
Fue puntual, comenzó a las 7:05 p.m. y terminó una hora más tarde. Los presentes no tardaron en hacer sus comentarios, unos sobre el acierto de sus palabras, otros sobre la falencias de la presentación.
Al final hay mucho que rescatar del informe de los 100 días de gestión del PAC.
Bien por la lista de hallazgos que dio a conocer, por el detalle de las anomalías que llevan años gestándose desde la administración pública como es el caso del Incop, Educación, Cultura, Consejo Nacional de Producción, Racsa y hasta la propia Presidencia de la República, que pagó casi ¢800 millones en horas extra durante dos gobiernos a gente en puestos de confianza que nunca marcó una tarjeta.
Bien por esos detalles, pero mal porque en medio de aquel torbellino de denuncias usted prefirió acortar la lista y abocarse a unas palabras que hubiesen sido acertadas en el discurso del 8 de mayo, no en el del 28 de agosto.
Quienes estuvimos atentos esperábamos “la letanía”, como usted la llamó. Esa era la muestra del mal manejo del aparato estatal que hoy nos pasa una factura bastante alta, la cual no podemos pagar y menos reversar.
¿Qué pasó con Recope, don Luis? ¿Qué le han dicho sus asesores y la presidenta ejecutiva? ¿Por qué ahí se gasta la plata en confites? ¿Y el Ministerio de Obras Públicas y Transportes, sin temor a equivocarnos, cundido de actos de corrupción? ¿Y el ICE dónde queda, gastándose miles de millones de dólares en mercadeo con la justificación de la competencia y la apertura del mercado?, si no que lo diga la Contraloría.
Señor Presidente, nos quedamos con las ganas de ver qué hallaron en Justicia, donde la violación a los derechos humanos es innegable y los magistrados de la Corte saben de los casos de corrupción que ahí existen; los reos están hacinados y comen hasta podrido, y Seguridad Pública, si bien intercepta toneladas de cocaína y otras drogas, está repleta de gente con puestos elegidos a dedo por el partidismo y el amiguismo que usted tanto desprecia.
Además no escuchamos nada de la trocha fronteriza y de quienes aún no rinden cuentas ante la ley. Eso debe ser tema de seguimiento de esta administración y no dejarlo morir con la salida del gobierno anterior.
¿Qué pasa con el Inder (antiguo IDA), que hoy con otra identidad guarda en sus archivos material importante de la asignación irregular de parcelas a quienes no cultivan ni culantro, por el contrario, a quienes tienen la billetera cargada en zonas rurales y son amigos de los amigos?
¿En el IMAS cómo es que hay superávit y la gente pobre sigue sin alternativas? No puede ser que haya familias con beneficios económicos que no merecen y otras viendo pa’l ciprés por la falta de ejecución. ¿Y en el Patronato Nacional de la Infancia qué encontraron? No oímos nada acerca del giro de sus recursos y de nuevo la plata que tienen guardada y tanto necesitan los niños de este país.
¿Qué tenemos de AyA, el desorden de las Asadas, las tarifas y los intereses de algunos cuantos por administrar estos negocios que tanto dinero dejan a costa de un servicio vital?
¿Y de Hacienda, que como lo dio a conocer DIARIO EXTRA derrocha dinero en pago de alquiler de edificios a empresarios multimillonarios y de paso los grandes contribuyentes en campañas políticas con los recursos de todos los ticos?
Hacer la lista más grande resulta fácil, pero no se trata de una letanía, es una realidad y si fuera posible dar a conocer los hallazgos de cada ministerio y cada institución sería el mejor de los escenarios.
Don Luis, quedamos a la espera de conocer esos detalles. Ojalá hubiera un informe de los 100 días parte 2, pero es justo conocer si nos toca bailar con una más fea de lo que imaginamos.
